Día del Ejército: Desfile, alegría y gratitud

 

Desde que era niño, mi abuelita Juanita y mi tía abuela, La Mamita, me llevaban a ver desfiles: el del 15 de septiembre, el de la Cruz Roja, y el del Día del Ejército.  No todos el mismo año; pero sí vi todos de las manos de aquellas viejitas. Desde siempre me han gustado los desfiles.

Me encantan la música de las bandas, el ambiente festivo y alegre, me encanta ver a las familias y especialmente a los niños aplaudiendo.  

Con ocasión del Día del Ejército aprovecho para agradecerle a la institución armada y a sus veteranos que hayan impedido que mi generación creciera en una dictadura colectivista y totalitaria como las que se sufren en Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ejemplo. Evitó que mi generación creciera en una sociedad moralmente exhausta y que mi generación en los 90, o la tuya hoy, tuviera que pelear en las calles para salir de la tiranía.

Es más que oportuno reconocer que actualmente podemos discutir  todo tipo de ideas, en paz, porque no triunfó el ideal totalitario y colectivista. En buena parte gracias a la tropa, especialistas, oficiales subalternos y oficiales superiores que dieron sus vidas…y a sus familias.

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Por esas mismas razones es indignante y triste que haya oficiales y tropas implicadas  en actos delictivos y me preocupa que se involucre al Ejército en tareas que no le son propias.  No está de más recordar que, de acuerdo con la Constitución el Ejército es uno e indivisible, esencialmente profesional y apolítico. Pocas cosas le hacen tanto daño a la institución armada que involucrarla en el ejercicio del poder, de modo que es más que imprudente animar la idea de que el Ejército deba rebasar su mandato constitucional.

La misión del Ejército es  mantener la independencia, la soberanía y el honor de Guatemala, la integridad del territorio, la paz y la seguridad interior y exterior; misión que es motivo de orgullo y que motiva estos párrafos de agradecimiento.

Hoy, además del Día del Ejército, se celebra la Revolución liberal de 1871.

Justo Rufino Barrios, junto con Miguel García Granados, fueron los líderes de la Revolución de 1871. Busto en el Museo Nacional de Historia.

Es cierto que la Revolución de 1871 estaba más basada en los principios del liberalismo constructivista y racionalista de la tradición francesa, que en los principios del liberalismo empirista y evolutivo de la tradición británica que es el ideal liberal que valoro;  pero, aquella gesta y muchas de las instituciones que produjo merecen atención y estudio desapasionados.  Modernizaron el país y a los guatemaltecos.  Lástima que no hemos sabido aprovechar mejor la parte buena de su legado.

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