Luisfi, narrador en “Durmiendo en el museo”

 

Durmiendo en el museo es la historia de Mason que celebra su cumpleaños en el Museo de Historia Natural en compañía de sus amigos Zoe y Will.  Guiados por Jesse recorren aquel lugar fabuloso; e iluminados con faros inician la búsqueda de tesoros hasta encontrar sala en la que pasarían la noche.

Los padres de Mason llegan al museo. Foto por Raúl Contreras.

Es una aventura encantadora, basada en el cuento homónimo de Karne LeFrak y producida en ballet por el A&A Ballet, de Alexei Kremnev; y The Dancenter, de Paulina Braun-Valle y Antonio Luissi.  También participaron Dance Studio y Atelier Estudio Danza.  Los personajes principales fueron Brielle Tripke, Mason; Zoe Russo, Zoe; Emma Parnell, Will; Rozhan Shabahang y Megan Cameron, amigos; Viviana Smith, la mamá de Mason; y Alexei Kremnev, el papá de Mason; yJasper Keck, Jesse. Tuve la dicha de ser el narrador del cuento (en pijama y con bata) durante la presentación en el Festival Internacional Bravissimo el 27 de mayo de 2023, en la Universidad Francisco Marroquín.

La función del narrador era la de introducir cada una de las escenas, que se desarrollan en distintas salas del museo: Los descubrimientos, La Tierra y el espacio, Dinosaurios, Elefantes, Diamantes, Biodiversidad, Mariposas, y La vida en el océano; además de la celebración del cumpleaños de Mason, con pastel. 

La primera vez que visité un museo fueron el de Arqueología y antropología, y el de Historia natural en la ciudad de Guatemala.  Iba con mi padre y recuerdo que me impresionaron mucho.  Siempre quería volver al de arqueología. Este recuerdo y el deseo son importantes porque el propósito del cuento -y del ballet que se presentó el sábado- es el de incentivar a los padres y niños a visitar museos y a dormir en ellos (donde se puede).  Es una experiencia infantil muy enriquecedora ir con los padres a algún museo.

La primera vez que fui a la ciudad de Nueva York tenía sólo un día libre y, ¿qué elegí? Pasarlo en el Metropolitan Museum of Art y concentrarme en el área de los egipcios para buscar ahí piezas que conocía por libros y enciclopedias, tales como William, el célebre hipopótamo azul pintado con lotos y, por supuesto, también quería ver momias. Tengo una prima con quien visitamos museos en dos ocasiones y ella tiene un juego que siempre practico cuando visito un de aquellos establecimientos: Si el museo te ofreciera que puedes llevarte una pieza a casa, ¿cuál te llevarías? En el Museo Popol Vuh, de la UFM, no me decido si quiero al Señor Sotz; o esta urna funeraria

Mason y sus amigos duermen en la sala de la vida en el océano. Foto por Raúl Contreras.

Me encantaron las coreografías y la música, especialmente la de los dinosaurios y la de los elefantes.  Las ilustraciones del cuento, que sirven para la escenografía son impresionantes y son de David Bucs.  La escena de las mariposas fue tierna porque en ella participaron las bailarinas más chicas de The Dancenter. ¿Sabes que me llamó mucho la atención? Tanto desde el día del ensayo como en la noche de la presentación eran cautivadoras las caritas de las bailarinas más pequeñas cuando veían a sus compañeras mayores en el escenario.  Podías ver la admiración que sienten no sólo por el ballet sino por el desempeño de sus ballerinas mayores. Podías ver la fascinación por el arte de la danza.

Mason, Zoe y Will entran a la sala de los dinosaurios mientras “yours truly” lee el cuento. Foto por Raúl Contrras

El programa de la noche fue variado porque en la primera parte del espectáculo escuchamos las voces prodigiosas de Dal Cuore, un trío integrado por Arturo González, Mario Enrique Campollo y Diego Campos.  Ellos interpretaron Júrame, el tema de La bella y la bestia, A Million Dreams y Nella fantasia.  

Dal Cuore en el escenario. Foto por Raúl Contreras.

También escuchamos la magistral participación de Lester Godínez y su The Jazz Train Big Band, con piezas clásicas como String of Pearls y Moonlight Serenade; y la estupenda voz y energía de Helmer Véliz con un medley de Queen.

Helmer Véliz, Lester Godínez y The Jazz Train Big Band en el escenario. Foto por Raúl Contreras.

Por lo menos tres generaciones disfrutaron de este espectáculo con el que Geraldina Baca-Spross y el equipo del Festival Internacional Bravissimo se lucieron, como siempre.  Y yo me divertí como mico sobre el escenario y al colaborar con el show para toda la familia.

Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido. Foto por Raúl Contreras.

Geraldina, acompañada por Paulina Braun-Valle recibió los aplausos y agradecimiento del público. Foto por Raúl Contreras.

Siempre le agradezco mucho, pero mucho, mucho a Geraldina Baca-Spross, presidente del Festival Bravissimo, que me permita participar y divertirme en estos espectáculos. 

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