La propiedad y las emergencias

 

En semanas anteriores comenté que cuando el estatismo abandona a las personas, la gente tiene derecho a ayudarse a sí misma, sobre todo en circunstancias de emergencia.  Pero advertí que hay que tomar en cuenta que las emociones son los resultados automáticos de nuestros juicios de valor integrados por nuestro inconsciente y que maduramos cuando podemos controlar la mayoría de nuestras emociones…sin perjuicio de lo dicho en la primera parte de este párrafo.

Aquello, te recuerdo, es en el contexto de los arbolitos cortados en la carretera interamericana el 19 de junio pasado cuando la gente fue dejada a su suerte por los pipoldermos, a merced de un derrumbe y del tráfico bloqueado.

El derrumbe en cuestión. Foto por RepúblicaGT.

Faltó comentar el tema de la propiedad porque aquellos arbolitos son mantenidos de forma privada.  Tu propiedad es un derecho que deriva de la propiedad de ti mismo, es el fruto de tu trabajo, tiempo, energía y talentos, es la parte de la naturaleza que conviertes en algo de valor.  Como derecho, la propiedad de aquel fruto es la implementación del derecho a la vida porque te permite actuar para sustentar la tuya, sin que -pudiendo ser independiente- tengas que depender de otros para tu sustento.  Los acuerdos morales que hacen posible la cooperación social pacífica demandan que la propiedad sea respetada y protegida siempre.

Dicho lo anterior, en una emergencia, como la del derrumbe que da pie a estas meditaciones, el evento no elegido, ni esperado y limitado en el tiempo crea condiciones anormales en las que la meta principal es combatir el desastre, huir del peligro y restaurar las condiciones normales.  Te recomiendo La ética de las emergencias, por Ayn Rand.  Cabe superar el mal transe y ayudar a resolver la emergencia, en el entendido de que las emergencias son temporales y en el entendido de que el respeto a los derechos y la cooperación pacífica son valores permanentes, en tanto que los desastres son marginales e incidentales.

Y en el entendido de que somos responsables de nuestros actos, aún en emergencias. [Para el tema de la responsabilidad te recomiendo el capítulo 5 de Los fundamentos de la libertad, de Friedrich A. Hayek.]

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Columna publicada en elPeriódico.

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