Luego de dos años de ausencia pudimos disfrutar del desfile del Día del Ejército y celebrar apropiadamente el 151 aniversario de la Revolución liberal en Guatemala. Los que visitan este espacio con frecuencia saben lo mucho que disfruto los desfiles.
Me encantan el ambiente festivo en las calles y la música de las bandas. Me alegra mucho ver a los niños emocionados y aplaudiendo. Mi abuelita Juanita y su hermana, La Mamita eran quienes me llevaban a aquellas celebraciones.
Este año hubo varios stands de que montaron algunos servicios del Ejército y mi favorito fue el del Museo de la institución armada. Hubo personajes muy bien caracterizados como Justo Rufino Barrios y Rafael Carrera, y los oficiales a cargo tenían uniformes antiguos y condecoraciones históricas. También visité el stand del Comando Superior de Educación del Ejército de Guatemala. El de la Guardia Presidencial tenía marimba, como también la tenía el de la Guardia de Honor. Y en el primero había arbolitos que podías adoptar, matilisguates y jacarandas, entre otros.
Con ocasión de aquel día y de aquella efeméride aprovecho para agradecerle a la institución armada y a sus veteranos que hayan impedido que mi generación creciera en una dictadura totalitaria y colectivista como las que se sufren en Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ejemplo. Evitó que mi generación creciera en una sociedad moralmente exhausta y que mi generación en los 90, o la tuya hoy, tuviera que pelear en las calles para salir de la tiranía.
Para los que no saben, o no recuerdan: ¿Qué, quería la guerrilla que combatía no al Ejército sino al mandato constitucional que aquel tenía el deber de proteger? Vladimir Lenin explicó que la dictadura del proletariado significa el poder ilimitado basado en la fuerza, y no en la ley. Dictadura significa autoridad sin las trabas de la ley, no restringida por normas y basada en la violencia. Si la guerrilla asesinaba, fusilaba, secuestraba y ejecutaba actos de terrorismo durante el enfrentamiento armado… ¡aquello esperaba a miles de guatemaltecos si la revolución marxista/leninista/maoista triunfaba!
Lenin también escribió que Las Cortes no deben prohibir el terror… deben legalizarlo como principio, y explicó que una vez que el proletariado esté en el poder, ninguna consideración, más que el mantenimiento del poder, será importante… la dictadura del proletariado abolirá el sistema parlamentario –de forma permanente–, así como la separación entre el Legislativo y el Ejecutivo. La idea era que los gobernantes determinaran por medio de qué leyes iban a mandar y que no estuvieran controlados por nadie. Y en aquel estado de cosas… ¿quiénes iban a ser los gobernantes? Lenin usó la frase dictadura del partido.
Es cierto que durante el enfrentamiento armado hubo actos horribles y corrupción, no en vano la guerra es el caballo rojo. Es cierto que Guatemala necesitaba (como necesita) cambios; pero, ¿para imponer el ideal marxista? Si hubo crímenes, sus hechores deben ser castigados para que se haga justicia y no por venganza. Y es más que oportuno reconocer que actualmente podemos discutir –en paz– todo tipo de ideas, porque no triunfó el ideal totalitario y colectivista. En buena parte gracias a la tropa y a los oficiales que dieron sus vidas; y a sus familias.
Por esas mismas razones me indigna que haya oficiales y tropas implicadas en actos delictivos y me preocupa que se involucre al Ejército en tareas que no le son propias y que se prestan para actos de corrupción.
Dicho lo anterior, ¡Feliz Día del Ejército a los buenos oficiales y a los buenos soldados!…y muchas gracias.
En esta fiesta también se conmemora la Revolución liberal de 1871.
A esa gesta le debemos los cambios radicales que eran necesarios para acabar con el régimen conservador de tres décadas en Guatemala.
Es cierto que la Revolución de 1871 estaba más basada en los principios del liberalismo anticlerical, constructivista y racionalista de la tradición francesa que en los principios del liberalismo empirista y evolutivo de la tradición británica y que aquello del ideal liberal que valoro; pero, aquella gesta y muchas de las instituciones que produjo merecen atención y estudio desapasionados. Modernizaron el país y a los guatemaltecos. Lástima que no hemos sabido aprovechar mejor la parte buena de su legado.