Es cierto que dormi como tierno en la noche del sábado 2 de abril en la Hacienda San Antonio. Luego de un día emocionante y emotivo era lo que correspondía y ni oí a los gallos hasta las 7:00 de la mañana del domingo. Tristemente el día de regresar a Guate.
Desayunamos alegremente panqueques, frijoles, huevos, café y la maravillosa crema de la hacienda. Las maravillosas manos de doña María y doña Catarina prepararon el exquisito desayuno.
Luego de despedirnos de los terneros, de los gallos y de las gallinas agarramos camino hacia Nebaj para despedirnos de la familia Guzaro por medio de Angie y de Cristian; y de Jossimar. Una parada en el pueblo…y ¡Hasta pronto!
El plan era llegar a Santa Cruz del Quiché, enfilar hacia Chiché y volver por la carretera nueva; …y para no perder la tradición…¡Adivinaste!…Google maps nos perdió y nos mandó hacia Chichicastenango. Lo bueno es que Raúl se dio cuenta a tiempo y unos trabajadores nos guiaron bien para salir de la cabecera departamental. Si me preguntan, diré que tanto en Santa Cruz, como en Chiché, hace falta señalización que ayude al viajero a encontrar el camino a Guate con facilidad.
Para ir resumiendo llegamos a Chichavac y de ahí a Katok para almorzar según la tradición. El descubrimiento notable de esa parada fue el pan de la Deli de Paulino´s que es exactamente lo que tengo en mente cuando deseo un pan sandwich como debe ser. Por supuesto que ahí compramos un queso Chancol y regresamos más contentos de lo que llegamos.
Tenemos muchas ganas de volver a Nebaj y explorar Chajul y Cotzal y todo lo que se pueda. Tenemos ganas de probar Boxboles. Quedamos agradecidísimos con la familia de don Tomás Guzaro y con la gente que conocimos en Nebaj y en San Antonio. Volvimos más enamorados de Guatemala.
…y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Excursión a Nebaj, primer día.
Excursión a Nebaj, el día importante.