En la novela Demian, de Hermann Hesse, Emil Sinclair está impresionado porque Demian parece tener la capacidad de hacer que otros piensen lo que él quiere que piensen, o de adivinar y prever cómo van a actuar otras personas. Pero Demian le explica que no tiene tal facultad, y que lo que ocurre es que, si uno concentra toda su atención y su voluntad en una cosa determinada, la consigue. Esto es porque la voluntad está decidida a aprovechar inmediatamente la ocasión y sólo si el objeto de deseo está enraizado en quien desea. Es decir que, si el sujeto valora de verdad lo que dice desear.
En La teoría de los sentimientos morales, Adam Smith, explica que, cuando las pasiones originales de una persona están en perfecta consonancia con las emociones simpatizadoras de otra, necesariamente le parecen justas y apropiadas a esta última -y en armonía con sus objetos respectivos- porque aprobamos las pasiones de otros como adecuadas en sus objetos porque observamos que nos identificamos con ellas o somos sensibles a ellas. Es decir, porque valoramos lo mismo.
De aquello me acordé porque, en conversaciones con una amiga periodista, hemos estado explorando la voluntad de los guatemaltecos para llevar a cabo una reforma judicial que sirva a lo que Smith considera que es la base de la sociedad: La justicia. ¿La valoramos? ¿Es nuestro propósito hacer una reforma judicial que sirva a la justicia? ¿O sólo una que sirva para inclinar la balanza del poder?
Lo mismo ocurre con la corrupción, pero desde otra perspectiva. ¿Cuántas veces hemos dejado pasar ocasiones para acabar con el sistema de estado benefactor colectivista y mercantilista en el que medran la corrupción y los corruptos? ¿Es que no concentramos nuestra atención y voluntad en conseguir la erradicación de la corrupción? ¿Es porque los chapines no valoramos lo que decimos desear?
Las meditaciones de Demian y Smith sirven para explorar la actitud chapina hacia muchos de nuestros problemas. Exploración que se hace cada vez más necesaria en un ambiente regional y global que es notablemente volátil, incierto, complejo y ambiguo.
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Columna publicada en elPeriódico.