Podríamos empezar con los planes para el próximo presupuesto. Dada la urgente necesidad de controlar la inflación y el endeudamiento del sector público el gobierno se embarcará en un programa audaz y profundo de corrección fiscal, dijo Margaret Thatcher en The Crown, al anunciar límites estrictos para gastos del gobierno.
Sus ministros la acusaron de no tener sentido común y de ir contra lo que representaba el Partido Conservador (Everything that we stand for); y la Dama de Hierro contestó: ¿Qué es lo que representamos? (What is it we stand for?).
De esa escena me acordé cuando los diputados estatistas de casi todos los colores aprobaron el saqueo de Guatemala y el asalto a los guatemaltecos mediante un presupuesto estatal desfinanciado de Q99.7 millardos. Hubo diputados que son normalmente estatistas que se opusieron; pero tengo la impresión de que fue sólo porque la piñata no es para sus proyectos consentidos, ni para los pueblos, y sólo porque vieron la oportunidad de perfilarse como oposición contra una administración peligrosamente endeble.
En Guate y cuando se trata de que gobernar es gravar para gastar, el espectro político va de estatistas a extremadamente estatistas y de oportunistas a extremadamente oportunistas. Cuando se trata del saqueo y del asalto, el espectro político chapín es un caso paradigmático de análisis económico de las decisiones públicas, en el sentido de que quienes participan en la toma de aquellas decisiones tienden a buscar sus propios intereses; y de que cuando se trata de gobernar, gravar, gastar y endeudar, casi nadie representa a nadie, ni a nada (No one stands for nothing), como no sean sus ambiciones propias de parásitos.
Aquel presupuesto criminal se originó en el Ejecutivo y en el Minfin; pero tendría que haber sido modificado en el Congreso, cosa que no ocurrió. ¡Urge acabar con las listas como forma de elegir diputados!… y mañana, cuando tu sueldo no alcance, si tienes suerte de tener sueldo todavía, no olvides a los buitres que dispararon la inflación y te endeudaron. ¡Urge derogar el presupuesto criminal!
Columna publicada en elPeriódico.