Me vino uno de esos memes que dan que pensar: En él hay la imagen de un anciano, de esos con la piel curtida por el sol y que usa una mascarilla raída. El texto dice: No, no estamos en el mismo barco, estamos en el mismo mar, unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas.
¿Quiénes van en yates? Los mejores yates son de los que viven del presupuesto del estado, mismo que se financia con dinero ajeno tomado por la fuerza y con endeudamiento, que luego también se paga con impuestos. A ellos nunca les falta su cheque a fin de mes; y muchos de ellos gozan de canonjías y los hay de todos tamaños.
Van en yates los delincuentes y los corruptos cuyas naves han sido conseguidas al amparo directo del estatismo, o porque quienes ejercen del poder se hacen de la vista gorda con respecto a sus actividades criminales.
Alguien dirá que los ricos van en yates; y es cierto que muchas de sus naves parecen inhundibles, como el Titanic; pero a menos que hayan obtenido sus fortunas como describo en el segundo, o tercer párrafo, muchos creadores, emprendedores y productores están luchando por mantener a flote sus naves (grandes, o pequeñas) y en sus embarcaciones tienen que luchar contra las bromas o gusanos de la madera, sembrados ahí por las políticas destruccionistas de políticos, burócratas y sus clientelas.
¿Quiénes van en lanchas? Muchísimos guatemaltecos que tienen trabajo, y no saben si lo van a perder mañana; que tienen sueldo, pero que se vio reducido; que están vendiendo, pero que su futuro es particularmente incierto y precario.
¿Y los de salvavidas y nadando? Los que se quedaron sin trabajo. Esos a los que, desde el poder, les gritaron que no tiene derecho a trabajar, ni a ganarse la vida. Son los que no pueden vender sus cosechas, los que no pueden abrir el negocio que fundaron con sus ahorros e ilusiones. Es el hombre del meme, que hasta hace cuatro meses era productivo e independiente, y ahora está humillado y desesperado.
¿Quiénes más van nadando? Los que tienen familiares enfermos y han visto sus ingresos mermados, por orden superior.
Columna publicada en elPeriódico.