La tragedia de Fausto y una buena filosofía

¡Ay!, la Filosofía,
Medicina, Jurisprudencia también,
Y a mi costa la Teología,
Con trabajo ardiente, he estudiado.
Y aquí estoy, Pobre tonto,
No más sabio que antes.

Harvard Classics, Vol. 19.

Así se lamenta el doctor Fausto al comenzar La tragedia de Fausto, por Johann Wolfgang von Goethe.  Goethe a quien Federico Nietzsche llamó El Superhombre o Übermensch por sus virtudes, según me ha contado mi maestro, Warren Orbaugh.

Ayn Rand explicó que la filosofía estudia la naturaleza fundamental de la existencia, del hombre y de la relación del hombre con la existencia. A diferencia de las ciencias especiales, que se ocupan solo de aspectos particulares, la filosofía se ocupa de aquellos aspectos del universo que pertenecen a todo lo que existe. En el ámbito de la cognición, las ciencias especiales son los árboles, pero la filosofía es el suelo que hace posible el bosque; de modo que lo importante no es estudiar filosofía, sino estudiar una buena filosofía. No que no haya que estudiar filosofías, para ponerlas en evidencia cuando no son buen suelo.

La tarea de la filosofía es proporcionar al hombre una visión integral de la vida. Esta visión sirve como base, marco de referencia, para todas sus acciones, mentales o físicas, psicológicas o existenciales. Esta visión le dice la naturaleza del universo con el que tiene que lidiar (metafísica); los medios por los cuales debe lidiar con eso, es decir, los medios para adquirir conocimiento (epistemología); los estándares por los cuales debe elegir sus metas y valores, con respecto a su propia vida y carácter (ética) y con respecto a la sociedad (política); los medios para concretar este punto de vista le son dados por la estética, explica Rand.  Luego, ¿cómo puede, un doctor de la talla de Fausto, ser más sabio que antes, si no ha encontrado buen suelo, y buena filosofía?

¿Por qué supongo que Fausto no ha encontrado una buena filosofía? Porque anda buscando respuestas y poder en la magia y el misticismo.  ¿Ves que ha estudiado teología? ¡A su costo! Y en un espíritu más ligero, ¿qué sabemos de la teología? Es como estar en una habitación oscura buscando un gato negro que no está ahí; pero afirmarles a los demás, con seguridad: ¡Lo he encontrado!

Aunque La tragedia de Fausto está escrita en versos, como La Eneida, de ayer, me fue muchísimo más fácil leer aquella, que esta.  Mucho más fácil.

I HAVE, alas! Philosophy,
Medicine, Jurisprudence too,
And to my cost Theology,
With ardent labour, studied through.
And here I stand, with all my lore.

Poor fool, no wiser than before.

La lectura de hoy conmemora la muerte de Goethe el 22 de marzo de 1832.

¿A qué viene esto? A que en estos días de recogimiento, por decir algo, dispuse leer lo que toque de The Harvard Classics, de acuerdo con su guía de lectura Fifteen Minutes a Day.  Dicha guía le permite, al lector viajar por las mentes y los escritos de algunos de los más fascinantes pensadores de todos los tiempos…y algunos no tan fascinantes.

El editor, Charles W. Eliot, que fue presidente de la Harvard University, más de una vez dijo en público que, en su opinión, un estante de cinco pies, podría contener suficientes libros para permitir un buen sustituto para una educación liberal, a cualquiera que los leería con devoción, incluso si sólo dispusiera de quince minutos al día para leer.  En fin, The Five-Foot Shelf of Books fue uno de los regalos que mi abuela, Frances, me regaló cuando me gradué de bachillerato en 1979.  De cuando en cuando acudo a la colección para consultas en casa; pero hoy decidí leer las lecturas asignadas cada día durante el distanciamiento social, para leer temas distintos a los que suelen ocupar mis momentos de lectura por trabajo y por placer, que al final resultan ser lo mismo.

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