La fiesta del fiambre es el Día de gracias chapín. Es una festividad que celebra la vida (como en el Día de los muertos), los frutos del trabajo productivo y la dicha de tener con quienes compartirlos. Hace unos años leí, en Twitter, que la verdadera soledad es no tener quién te regale un buen plato de fiambre.
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No es posible un buen fiambre sin trabajo y sin productividad, sin ahorros, sin productos y sin familia y amigos para compartirlo.
Cada familia tiene su propia receta de fiambre, y ¿sábes cuál es el mejor fiambre? El que sabe como el de la casa de tus padres, o como en la de tus abuelos; pero también es el que tiene tu toque personal. El que te recuerda tu niñez, tu adolescencia y tu proceso de maduración, y el que tiene tu carácter. El mejor fiambre es el que es acerca de tus raíces y acerca de tus ramas…para usar una metáfora como cualquiera otra.
Hay fiambres rojos, blancos y verdes; y en casa el caldillo de nuestro fiambre es rosado. El fiambre es un plato tradicional de la cocina guatemalteca y es muy complejo por lo que requiere de todo el buen juicio, la pasión y la sazón que puedan tener quienes lo preparan. Las claves de un buen fiambre son la armonía de los sabores, de sus formas, sus texturas y sus colores, así como la calidad de los ingredientes y tener con quién compartirlo.
La preparación del fiambre lleva semanas de planificación y de ejecución. La fiesta del fiambre no es sólo acerca de comerlo (que ya es bastante bueno); sino acerca de la expectativa de seleccionar las carnes, los embutidos y los adornos; es sobre la compra de las verduras y sobre el proceso de hacerlo en familia, con amigos y en buena compañía. Es sobre lo que se goza haciéndolo y sobre recordar y recordar las anécdotas relacionadas con su elaboración.
A mí me gusta el fiambre desde niño, y recuerdo muy bien la emoción que sentía cuando llegaba este día y nos dirigíamos a casa de mi abuela, para almorzar. Recuerdo muy bien lo feliz que estaba el primer día que mi madre preparó el fiambre en casa y la ilusión con la que preparamos nuestro primer fiambre, en mi casa.
Columna publicada en elPeriódico.
Buenos días señor Figueroa.
Usted describió muy bien la experiencia del fiambre.
Es nuestro día, nuestra celebración de DAR GRACIAS y de tener la oportunidad de reunirnos con la familia y los más entrañables amigos.
Que lo disfrute mucho este año.
Espero que podamos disfrutarlo muchos años más, antes que ya pongan nuestra foto en el Altar de Difuntos.
Saludos!