Sabemos que, en Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes aborda el tema del poder. Aquella es la primera novela política de la historia y en ella hay un análisis profundo del poder. Es una crítica de la situación en aquel entonces, de la imposición de un poder cada vez más cesarista por parte de los Habsburgo, ha explicado el profesor Eric C. Graf y por si te interesa el tema te recomiendo que visites Razón de estado; en el Mooc Don Quijote de La Mancha. Se ha dicho, también, que don Quijote no combatió molinos, sino poderes.
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Sabemos que el poder reside en el monopolio legal del uso de la fuerza (Ayn Rand); que tiende a corromper y que el poder absoluto corrompe absolutamente (Lord Acton); que el liberalismo se preocupa principalmente de la limitación del poder coactivo de todos los gobiernos, sean democráticos o no (Friedrich A. Hayek); y sabemos que la división del poder es la base del gobierno civilizado (Carl J. Friedrich).
La próxima vez que vaya a votar, me ocuparé de defender la distribución del poder.
Además de todo aquello, sabemos que la separación de poderes es característica de un estado de derecho. Tú ya sabes (por las experiencias venezolana y nicaragüense, para mencionar dos recientes) que la concentración del poder lleva a la tiranía; y aunque es un hecho que el poder político es uno, también lo es que la distribución de funciones -en una república sana- debe ser defendida y sostenida para evitar el despotismo propio de aquellos que se atribuyen la facultad de ejecutar, legislar y ejercer la función jurisdiccional sin pesos, ni contrapesos.
Prometo no olvidar que -parafraseando a Karl Lowenstein, citado por Alberto Herrarte– la clasificación de un sistema político como republicano depende de la existencia, o carencia de instituciones efectivas por medio de las cuales el ejercicio del poder político está distribuido entre los detentadores del poder, y por medio de las cuales los detentadores del poder están sometidos al control de los destinatarios del poder.
La próxima vez que vaya a votar, tendré esto y casi sólo esto en mente: El poder no debe estar concentrado, ni en la UNE, ni en ninguna otra organización política.
Columna publicada en elPeriódico.