En este Día de Gracias

Dentro de unas siete horas, poco más o menos, celebraré con mi famila el Día de Gracias.  ¿Por qué? Desde mi perspectiva, porque ser agradecido hay que valorar; y para valorar hay que estar consciente. ¿Qué es la consciencia? Ya lo dijo Aristókalos:

Es la facultad de conocer…me permite experimentar sensaciones. Integrar sensaciones en percepciones. Percepciones en conceptos. Conceptos en conocimiento. Y este conocimiento, Es mi medio básico de la supervivencia.  Una consciencia sin medios de ser consciente no puede ser.  Una concsciencia sin cuerpo es imposible.

Como el año pasado, y en el contexto de los párrafos anteriores, este es un buen día para ver Saints and Strangers, en Netflix y poner en perspectiva el contexto filosófico, jurídico, económico y políticamente hostil en el que se originó la fiesta de hoy.  También te recomiendo este artículo El gran engaño de Acción de gracias.

 

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Me gusta esta fiesta porque es acerca de la vida, la productividad, el ahorro, la familia, los amigos y las personas que enriquecen la vida. Hace un momento salió de mi oficina una persona de esas, de esas que se preocupan por mi y, a la distancia, enriquece mi vida con sus atenciones.

Francamente, además, no hay que hacerse el papo, ¿a quién no le gusta celebrar aquello? ¿Qué no es eso lo que hacemos el 1 de noviembre con el fiambre? Celebramos virtudes burquesas y el sistema que ha permitido que los pavos y otras delicias no sólo sean para las aristocracias, las oligarquías y los obispos.  ¿Qué sistema es ese? El que respeta los derechos individuales de todos por igual, el que respeta el proceso de mercado, el que favorece el intercambio y abomina de las relaciones forzadas, ¡Imaginate! Tal vez por eso es que a los destruccionistas no les gusta la celebración del Día de gracias.

En unas horas mi familia y yo celebraremos con una deliciosa cena en casa de mi hermana.  Es ese tipo de encuentros en los que uno se divierete como mico y en los que es maravilloso sentir ese cariño que sólo se siente alrededor de una mesa cuando se juntan tres generaciones.

El pavo y los demás componentes de la cena no aparecerán de la nada.  Son posibles gracias al ingenio, la productividad y a la empresdarialidad de miles de personas que no conocemos. Son posibles gracias a nuestra productividad y a la de quienes nos facilitan ser productivos. Son posibles gracias a quienes transportan los productos y a quienes nos los venden. Son posibles porque ahorramos y porque muchos participaron en su elaboración.

En esta fiesta, aprovechemos para agradecer a quienes valoran nuestros talentos humildes. ¡Mil gracias! a los agricultores, transportistas, comerciantes, industriales, científicos, técnicos y demás que hicieron posibles el pavo, los tomates, las papas, los quesos, los camotes, los panes, las arvejas, el tocino, los pasteles y demás.  Gracias a quienes lavan los platos, los moldes, los cubiertos y demás.  Gracias a quienes hicieron el vino y las gaseosas.

Gracias a mi madre que siempre tiene espacio, siempre tiene tiempo, siempre tiene ganas, siempre tiene buenos consejos, siempre tiene amor, siempre tiene sentido del humor, siempre tiene alegría, siempre nos reúne…y ya no da paletazos.  Gracias a mi hermana y a mi  familia por mantener la tradición.

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