El ingreso de divisas por remesas familiares creció en el primer trimestre de 2018. Mientras tanto, en Guatemala el Indice de confianza en la actividad económica sigue en picada, igual que el crédito bancario al sector privado, y en contraste la tasa de desempleo, en los Estados Unidos de América, ha llegado a su nivel más bajo en 18 años. Guatemala aleja a su gente y los migrantes chapines, ¿qué incentivo tienen para regresar si allá las cosas van bien y aquí las cosas pintan mal?
De aquellas circunstancias me acordé cuando leí el arttículo titulado George Soros and the “Caravan”, publicado en The Wall Street Journal.
La “caravana” de centroamericanos en la frontera sur de Estados Unidos, que busca asilo, tiene a algunos conservadores retorciéndose las manos a causa de una invasión hispana. Deberían, en cambio, preguntarse qué hay detrás de la desestabilización de los países a los que han huido esos migrantes desesperados, dice la columnista, y miembro del Consejo Editorial del WSJ, Mary Anastasia O´Grady.
De forma certera, la autora apunta a que la corrupción, el estatismo y el capitalismo de amigos [el viejo y conocido mercantilismo] en América Central han conducido a la región a la pobreza y la exclusión. También, de forma certera, O´Grady señala que los liberales clásicos de la región entienden esta conexión y han luchado para fortalecer el estado de derecho. Pero sus esfuerzos se han visto socavados por las redes criminales de financiamiento del narcotráfico que agobian a las instituciones.
Muchas personas, en Guatemala, creyeron que el remedio contra aquel azote y el de otras mafias, iba a ser la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala; pero yo advertí, desde que esa comisión era discutida y se iba a llamar Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y de Aparatos Clandestinos, que el concepto presentaba dos peligros: 1. Que los chapines abdicábamos a la responsabilidad de resolver nuestros problemas; y 2. Que un organo perseguidor, todopoderoso, era un peligro. Y dicho, y hecho.
La columnista dice que existe evidencia sustancial de que la solución financiada por los EE. UU. para el problema en Guatemala [la CICIG], utilizando un fiscal de las Naciones Unidas, ha sido corrompida por actores sin escrúpulos y la por ideología izquierdista de Organización de las Naciones Unidas, y más razón no podría tener. A mí, por cierto, ya no me gusta usar izquierda y derecha porque son términos vacíos y su significado cambia dependiendo de los contextos. Yo digo, para aclarar las cosas, que la solución ha sido corrompida por la ideología socialista de la ONU…y por los actores inescrupulosos. Hace ratos sostengo que los guatemaltecos enfrentamos un project of nation buliding diseñado para llevarse a cabo sin la aprobación de los chapines en las urnas electorales y para mí es cada vez más evidente que se hace por medio de los organos jurisdiccionales (los tribunales y las cortes) y del manejo de la opinión pública a nivel de acuerdos entre oligarquías de todos los colores. Para aclarar las cosas la oligarquía es un grupo minoritario de personas, pertenecientes a un mismo estrato social, generalmente con gran poder e influencia, que dirige y controla una colectividad, o institución.
Algunas de esas oligarquías son ese montoncito de organizaciones no gubernamentales y operaciones mediáticas que trabajan en Guatemala y que están financiadas por la Open Society Foundations de George Soros y otros de esa persuación. En ese caso, sus instrucciones son rodear los vagones para defender al fiscal de la CICIG, Iván Velásquez, y destruir a quienes se atrevan cuestionarlos.
Los estadounidenses se están preguntando, con razón, por qué es que los Estados Unidos financian aquella operación de la ONU carente de responsabilidad y transparencia. El caso que disparó las alarmas es el de la familia Bitkov, porque parece evidente de que esa familia es víctima de persecusión por parte de Vladimir Putin, por medio del banco estatal ruso VTB y parece evidente que la familia fue embaucada por una red de corrupción en Migración, el Renap y otras oficinas estatales de Guatemala. Este no es espacio para los detalles; pero lee otras entradas al respecto y el artículo George Soros and the “Caravan”.
En el, Mary Anastasia O´Grady concluye: En una declaración hecha ante la audiencia de la Comisión Helsinki, el Senador Mike Lee (R., Utah) señaló que, si bien la CICIG fue “creada para erradicar la corrupción y defender el estado de derecho”, se ha convertido en un árbitro extrajudicial, parcial e injusto . “Su politización es injusta para todos los que buscan una Guatemala libre y próspera”. Algo en lo que pensar cuando los autobuses llenos de refugiados llegan a la frontera [entre México y los EE.UU.].