Comentarios a los comentarios de Guillermo

gullermo-fernandez

En su perfil de Facebook, el cuate, Guillermo Fernández, hizo comentarios a mi entrada publicada con el título de Algunos liberales son conservadores.  Dice Guillermo:

El aborto es liberal porque el feto no tiene proyecto de vida. No es un ser vivo en acto, sino en potencia. ¡Perdón por la franqueza! De igual modo, cuando alguien está borracho y dormido, también es liberal matarlo, porque no tiene proyecto de vida ni está consciente. ¡Y lo más liberal del mundo: matar a los ancianos con demencia, porque cómo fastidian y ocupan espacio e interfieren en que uno pueda tener una vida placentera! Sobra decir que esos viejos ya vivieron su vida y no tienen proyectos más que esperar a la muerte. Mejor se las adelantamos.

Los niños de uno o dos años tampoco tienen proyecto de vida, ni son seres pensantes. Si no quiero no les doy de comer y que se mueran. ¡Porque soy liberal! ¡Vaya!

Más tarde les dejo un link donde pueden hacer el test que yo diseñé y que según mi criterio define quién es liberal. Todos los que no pasen el test son leninistas-colectivistas-conservadores-pseudo-liberales.

Su aproximación -sarcástica- distrae e impide ver con claridad.  Es la típica falacia del hombre de paja (o un non sequitur, para usar el lenguaje técnico).  Aun así, sirve para volver a explicar el asunto.

Mi argumento en Algunos liberales son conservadores se refiere expresamente a embriones y fetos; no se vale distraer la atención de los lectores hacia niños, bolos dormidos, ni a ancianos.

Un embrión depende 100% de su madre para desarrollarse, convertirse en feto y eventualmente nacer.  Es un hecho que un embrión de -tres meses- no podría vivir independientemente de la mujer que lo está gestando. En ese sentido tiene vida potencial porque vida, para los seres humanos, no es la mera existencia biológica que también tienen las amebas, los árboles y las tortugas.  La vida real (actual life) es la manera de vivir propia de cada individuo, el estilo que le es propio, sus valores, sus deseos, sus proyectos, sus emprendimientos, sus logros y más.  Un embrión carece de todo eso y es en ese sentido que el embrión es vida potencial, y no real (o actual life); es en ese sentido en el que la mujer sí tiene vida real (o actual life, no voy a seguir repitiendo esto porque voy a suponer que está claro que cuando escribo vida real, me refiero a actual life).

Pasa, y esto no es suficientemente comprendido en su justa dimensión, que el cuerpo y la vida real de la mujer cambian drásticamente con un embarazo.  ¡La vida real de la mujer cambia con el nacimiento! ¡Cambia más dramáticamente con un nacimiento indeseado!…y cambia durante el resto de su vida si es obligada a quedarse con el bebé indeseado; a veces para bien y a veces no, pero esa es una valoración personal.

De ahí que la idea radical de que las demás personas no son tu propiedad sea relevante . Desde una perspectiva liberal no se deberían forzar el embarazo, ni la maternidad en una mujer que no las desea; porque la mejor definición de liberalismo –que ha sido tan mal interpretado– es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros. En este caso, los proyectos de vida de las mujeres que no pueden, o no desean tener hijos.  Esta es una diferencia sustancial entre liberales y conservadores.  Mi hipótesis es que para los conservadores la vida de las personas le pertenece a un orden que es superior a los individuos, y que los proyectos de vida de las personas deben estar sometidos a aquel orden y a la legislación dictada por quienes dicen representarlo.

Al objetar el aborto -en el contexto de mi artículo comentado por Guillermo- no se vale referirse a fetos de más de tres meses, y menos a bebés. ¿Por qué? Porque en mi artículo hablo de embriones y cito claramente el plazo de tres meses y porque más allá de aquel plazo, un aborto pondría en grave peligro la salud y la vida de la mujer.  Los abortos en circunstancias médicas responsables suelen ser de embriones;  pero no de bebés plenamente formados. La idea de que haya disponibilidad de ambientes y de profesionales responsables para interrumpir voluntariamente embarazos (en un país donde hay unos 65 mil abortos al año) es, ¡precisamente!, evitar peligros y daños para las mujeres que no pueden, o no quieren permanecer embarazadas. Muchísimas de aquellas mujeres mueren en condiciones inhumanas debido a abortos irresponsables y no profesionales.

Es cierto, eso sí, que estrictamente no es necesario estar a favor del aborto para ser liberal; pero la propiedad de uno mismo (self-ownership) sí es un principio indiscutiblemente liberal. Tu no le perteneces a tu familia, ni a al partido, ni a la sociedad, ni a la nación, ni a un orden superior cualquiera que sea el nombre que le quieran dar.   Eso quiere decir que tus células son tuyas y que tu mórula es tuya, así como tu embrión es tuyo; no de tu familia, ni del partido, ni de la sociedad, ni de la nación, ni de un orden superior cualquiera que sea el nombre que le quieran dar.

¡Ups!, y que conste en acta: de ninguna manera sería liberal asesinar viejitos con demencia, niños díscolos, o bolos dormidos.

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2 comments

  1. Andrés Paniagua

    ¿Por qué insistimos en el método aristotélico que parte de definiciones o, en términos popperianos, de definir de izquierda a derecha? Qué importa quién es merecedor de la credencial de liberal o no, o si ésta o aquélla afirmación es suficientemente buena y goza del imprimátur liberal. Creo que, en cuestiones como el aborto, sólo podemos formular válidamente juicios técnicos de la forma “si quieres A, haz B,” pero no podemos, epistemológicamente, justificar juicios éticos categóricos. En todo caso, podemos evaluar las convicciones y reglas morales de una cultura, pero no demostrar que éstas constituyan deberes invariables o categóricos.

    “¡Esto no es suficientemente liberal!” Bueno, será lo que sea, pero limitémonos a hablar de sus efectos medidos o comprobados y tendremos mejores conversaciones.

  2. Hola Andrés. Si quieres A, tienes que saber qué es A. Y si para conseguir A tienes que hacer B, tienes que saber qué es B (cómo distinguirlo de C, por ejemplo). Esa es la utilidad de las definiciones y de los conceptos (que no son lo mismo). Para obtener conocimientos necesitamos tener la capacidad de clasificar y organizar cognitivamente lo que conocemos. El conocimiento ordenado facilita las capacidades de conocer y pensar. Tengo entendido que por eso es que “etiquetamos”, y por eso es que las definiciones (etiquetas) deben ser lo más preciso posible. La definición nos permite identificar la naturaleza de las cosas…y en este caso, de las ideas, contenidas en un concepto. En esta entrada (el contexto) es útil, por ejemplo, identificar la definición de vida, para luego saber si cabe en los conceptos de liberal, o de conservador (que son distintos). En temas como el que ocupa la entrada que comentamos, el caso es que hay grupos de interés dispuestos a usar la política y la majestad de la ley para imponer sus valoraciones personales sobre las vidas de otros. En ese contexto, y porque las definiciones y conceptos son contextuales, es útil clasificar y ordenar qué ideas son afines a cuáles, y qué ideas son distintas de cuáles; aunque sea sólo para saber con quiénes puedes contar en una discusión, o con quiénes puedes contar a la hora definir políticas (como policies). Gracias por tu comentario.