Los panqueques de mi bisabuela, Adela (Mami), eran famosos en el Hotel Casa Contenta, de su propiedad. Hoy hizo mención de ellos la escritora Ana María Rodas en un artículo titulado Les presento a mi padre.
En su artículo, Rodas cuenta que, cuando era niña iba con su padre a Panajachel y recuerda los panqueques de la Casa Contenta.
Recuerdo perfectamente aquellos panqueques gruesos, esponjosos y firmes, perfectamente dorados. Me gustaban, especialmente, cuando se los servía con mantequilla y miel de hojas de higos y recuerdo que mi padre, aveces, los comía con mantequilla y mermelada de fresas (también hecha en el hotel).
Mami era una reconocida cocinera extraordinaria. A hungry traveler in Spanish-speaking Guatemala can refresh himself by partaking of Hawaiian curry, hula hula pie and Austrian pig`s knuckles. It`s not hard to find the place that serves these delicacies for the Casa Contenta resort of doña Adela on Lake Atitlan, some 40 miles west of Guatemala City, is famed throughout the land, escribió de ella el Omaha World Herald, c. 1945.
En Panajachel, la tradición de los panqueques la recogió el Hotel Cacique Inn; y en mi familia fue recogida por mi hermano Juan Carlos. A él le salen perfectos y hacen que yo viaje en el tiempo al restaurante y a la cocina del legendario Casa Contenta. A mi, en cambio, no se me dan los panqueques. Todavía uso la wafflera de Mami y soy el rey de los waffles (gracias a la receta de Mami y a los consejos de mis cuates Grete y Rodrigo); y las tostadas a la francesa me salen francamente deliciosas.
Hoy, precisamente, hice tostadas a la francesa.