¿Habrá que ser desalmado?

Balance_justice

 

Puedes escuchar el podcast aquí.

Más de tres mil seres humanos –con familias, supongo–se hallan presos a pesar de que ya cumplieron sus condenas.  ¿Por qué? Por falta de control, por la irresponsabilidad de las autoridades, por desidia, porque, ¿a quién le importa? Por…porque ¿habrá que ser desalmado para mantener presa a una persona injustamente?

Si a la cifra anterior le añades la de reos que podrían pedir redención de penas, y los que están presos por delitos menores, el número de internos que no deberían estar en las cárceles asciende a cinco mil.  En las cárceles guatemaltecas hay una sobrepoblación de 191.82 por ciento.  Según el ministro de Gobernación, citado por un reportaje de Prensa Libre, así es como están las cosas; pero la coordinadora de Ejecución penal del Instituto de la Defensa Pública Penal asegura que la situación no es culpa de esa dependencia, sino de los jueces de Ejecución penal.  Un abogado dice que es responsabilidad de los familiares de los reclusos que no contratan a un profesional para tramitar la liberación de sus parientes y otro dice que es culpa de malos abogados.  Uno tiene la impresión de que unos y otros se tiran la chibolita.

No conozco un reportaje visual sobre las cárceles y la “justicia” chapinas; pero te recomiendo “Presunto culpable”, un documental mexicano filmado en el Reclusorio Norte y en los tribunales. Cuenta la historia de un tianguista y su lucha contra el sistema corrupto de justicia. El “sistema” trató de prohibir la distribución y exhibición de la peli; pero al final por ahí anda y puede ser vista.  No hay razones para pensar que las cosas sean distintas de este lado del Suchiate.

Al hacinamiento, y a la canallada de mantener presas a personas que ya cumplieron sus condenas, añádeles el escalofriante problema de las mafias que operan desde las prisiones y que, de hecho, las controlan. Y no hablo sólo de las que operan negocios dentro de los reclusorios, o de las que tramitan privilegios.  Hablo de las que operan redes criminales dentro y fuera del perímetro de las cárceles, irónicamente llamados centros de rehabilitación.  ¡Por la justicia!, este tema debe ser resuelto con urgencia.

Columna publidada en elPeriódico. La ilustración es de Eurobas (Trabajo propio) [CC-BY-3.0], via Wikimedia Commons.

Comments

comments

Comments are closed.