Si digo que el final de las Luces Campero fue espectacular, me quedo corto. Fue sorprendente, dramático y en casa nos quedamos boquiabiertos. Los que estaban en el tejado vieron los fuegos artificiales en el Campo de Marte y en otros puntos de la ciudad; pero los que nos quedamos en el balcón nos concentramos en el espectáculo principal. ¿Viste las dos últimas explosiones -plateada y dorada-? ¡Fueron espléndidas!
El niño que hay en mí se maravilla con las Luces Campero y los fuegos artificiales. Me gusta verlos en compañía de familia y amigos. Ayer, en casa, cuatro generaciones observaron los juegos pirotécnicos y ojalá podamos disfrutarlos muchas, muchas, muchas veces más.
Abajo el vídeo que hizo Así es la vida: