Julliand a freir niguas en sartén de palo

151113 PNUD

Como Naciones Unidas apoyamos un sistema tributario progresivo.  En una sociedad, los pobres no pueden contribuir mucho, los que tienen mucho contribuyen más, es una lógica progresiva normal.  Nadie con sentido común puede oponerse a eso, dijo Valerie Julliand, representante del Programa de las Nacionas Unidas para el Desarrollo.

Sus palabras deben haber emocionado, quizás hasta las lágrimas, a Iván Velásquez (el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala), a los miembros del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales y a otros activistas tributarios. Sin embargo…pensándolo bien -con sentido común, digamos- ¿qué son los impuestos progresivos? Son dinero ajeno tomado por la fuerza para ser distribuido entre intereses políticos muchas veces ajenos a los legítimos propietarios del dinero expoliado.  ¡Nadie con sentido común podría estar a favor de algo así!…y sin embargo los impuestos tienen sus fans.

Es un error, que nadie con sentido común podría sostener luego de conocerlo, llamar contribuyentes a los tributarios.  Esto es porque la contribución tiene una connotación de voluntariedad lo cual excluiría el uso de la fuerza.  Los impuestos son forzados porque si no los pagas, ¿qué ocurre?, te llevan enchachado y vas a parar a prisión.  Te encierran. Los forzados a pagar los impuestos que demandan otros, los expoliados, somos más tributarios que otra cosa.

La lógica progresiva que le parece tan normal a la burócrata Julliand sólo es normal si aceptamos las premisas perversas de que lo nuestro no es nuestro y de que otros tienen la facultad de tomar una parte de los frutos de nuestro trabajo para destinarlos a sus intereses particulares mediante el uso de la legislación y del poder del estado.

¡Claro que hay tareas que le corresponden al estado y que hay que pagar en conjunto: como seguridad y justicia!; pero para eso no sería necesario y menos normal, ni de sentido común acudir a la expoliación, a los impuestos progresivos, ni a nada parecido. En cambio, estas prácticas son necesarias cuando se trata de financiar privilegios, intereses particulares, y hasta de repartir canonjías.  Como el gobierno sólo puede obtener recursos mediante impuestos, o endeudamiento (que luego se paga con impuestos)  y los impuestos sólo se consiguen obligando a los tributarios a renunciar a una parte de sus ingresos, es un hecho que la facultad de imponer tributos es un poder para destruir.  Desde esa perspectiva, hasta para Julliand, debería ser evidente que el gobierno tiene el poder de destruir la base económica que lo sustenta.  Entonces, más que un interés ideológico de redistribuir la riqueza, el gobierno y ¿sus consejeros? deberían pensar en un sistema impositivo que sirva para pagar los gastos para el bien común (que no es el bien de unos, en perjuicio de otros), sin obstaculizar el crecimiento económico que es lo que permite la prosperidad y el bienestar.

Aceptar las premisas de Julliand es más propio de súbditos que de mandantes.  Su lógica, señora, es estatista, colectivista, coercitiva, e impertinente en una sociedad que aspira a que se respetan los derechos individuales de todos por igual y a que prevalezcan, en ella, las relaciones pacíficas y voluntarias.

Por otro lado, si el lector quiere saber qué clase de organización es la que apoya el sistema tributario progresivo le recomiendo: ONU historia de la corrupción, por Eric Frattini

Mi tía abuela, La Mamita, le diría a Julliand: ¡Vaya, usted, a freír niguas en sartén de palo!

En la foto, de elPeriódico, Valerie Julliand, Alfonso Portales e Iván Velásquez.

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5 comments

  1. Al leer el título de tu artículo considere que quizá se trataba de una reflexión profunda donde de alguna manera ibas a tratar de demostrar qué los impuestos regresivos son mejores que los progresivos. Upsss de demostrar que ya qué todos somos iguales pues no debería haber tal progresividad impuestos igualitarios. En fin muchas formas de poder de forma inteligente abordar este tema. Desgraciadamente te quedaste en la superfice criticando los impuestos y diciéndole como son impuestos y obligatorios no se deben pagar. Luis te invito a que vayas al San Juan de Dios o al Roosevelt y qué con el corazón en la mano me digas que no es necesario pagar impuestos. Espera un poco más de profundidad de análisis pero cada vez me decepcionó más de los llamados libertarios.

  2. Que pena contigo, Alejandro; pero pensé que el tema de la inmoralidad de tomar dinero ajeno por la fuerza era un tema profundo (tal vez lo es para algunos). Hace tres semanas estuve en el Roosevelt -con el corazón en la mano-; y no sólo por eso, sino por principio, es que soy de la opinión de que para resolver el problema de salud para los más pobres (que es algo urgente) es necesario abandonar ¡Ya! el estatismo. Es decir, dejemos de hacer lo mismo de siempre, a la espera de resultados distintos. Por otro lado, a ver si no abundan los recursos (que ahora hay para privilegios, viajes, plazas fantasma, pactos colectivos leoninos, casas en Monterrico y yates en Río Dulce, subsidios y asignaciones para grupos de interes particulares), si el dinero que ya se toma de los tributarios es administrado con algo de honradez. Repito, que pena contigo; pero, ¿dónde dije que no es necesario pagar impuestos? ¿No leíste que hay que pagar ciertas cosas en común? ¿No leíste que “deberían pensar en un sistema impositivo que sirva para pagar los gastos para el bien común… sin obstaculizar el crecimiento económico que es lo que permite la prosperidad y el bienestar”? Que pena contigo; pero trata de ceñirte a lo que digo y no a lo que dices que digo.

  3. Mi estimado Luifi, como vamos por la lógica, ese argumento de no tributar porque se lo roban ya esta muy gastado, muchos chapines admiran a los EEUU, y hay quienes hasta se sienten estadounidenses aquí en la tierra del quetzal, lo admiran todo de ese país, lo que no les gusta es su sistema tributario, y hablo de la tierra de mickey mause, porque si hablamos de Europa, capaz que les da un infarto al hígado, el asunto es que el ESTADO, solo funciona con IMPUESTOS, y así es allá en gringolandia como aquí, entonces si queremos seguridad y certeza jurídica debemos pagar impuestos.

  4. yo en lo particular prefiero que se paguen impuestos y se me quite un poco de lo que produzco a que el Estado empiece a comerciar y saque a todos los comerciantes de su actividad, pues, el Estado nunca pierde :/