A por la reforma del seguro social

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¿Te sorprendió lo del IGSS? No debería. Ese es uno de los casos que elPeriódico tiene años de estar denunciando. El seguro social es, ¿cómo se dice? un caso paradigmático para la corrupción.

Mira pues: El IGSS es un canasto de todos los afiliados en el que caen chorros de dinero. ¡Chorros! Como es de todos, es de nadie, ¿sabes? En ese sentido sufre de lo que se conoce como la tragedia de los comunes; es decir de una condición en la cual varios individuos destruyen un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos, o en conjunto les convenga aquella destrucción. Los afiliados sufren una especie de síndrome de Estocolmo; una condición en la que la víctima desarrolla una relación de complicidad y un vínculo con el victimario. La gente se ve forzada a pagar sus cuotas; sabe que a cambio recibirá poco, o nada; cree que no puede hacer nada al respecto; sabe que el Gobierno no paga sus cuotas; repite las consignas y se convence de que aquello es una conquista social y se resigna hasta el punto de defender el sistema.

¡Pero no tiene que seguir siendo así! En vez del canasto monopólico de todos, que es de nadie y nadie cuida, el seguro social debe ser individual y abierto a competencia. Así no solo se favorecería que los propietarios de los ahorros cuiden lo que es suyo; sino que se favorecería la competencia en calidad de servicios y en costo de cuotas. Se favorecería el ahorro de largo plazo que tanta falta hace para vivienda, por ejemplo.

Claro que no basta con cambiar las caras de quienes administran el canasto. Antes de la mafia actual vinculada al Secretario Privado del Presidente había otra mafia; y antes de esa, ¿vas a creer que no había otra? Luego de esta, ¿quiénes están esperando a ocupar su lugar?

Hay mucho que reformar: La eliminación de aduanas y el sistema de justicia son prioridad; y luego el sistema electoral, el seguro social, y así seguimos pero hay que hacerlo pronto y bien. Bien es la clave porque no se trata de reformar por reformar. Y en el caso del seguro social, hay que devolverles a los trabajadores la propiedad de sus ahorros.

Columna publicada en El periódico.

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  1. La illusion que siendo particular sera mejor administrado.. el probema es la calidad de gente que se ponen a administrar estos fondos no porque se vuelve comun. Si uno pudiera escojer en lo individual donde colocar no solamente no tendra poder de apalancamiento por ser un individual pero ademas no podra discernir que calidad de fondos se estaria metiendo por desconoser las empresas.. Sigo creyendo que el IGSS es un buen instrumento solo que debe ser mejor administrado y no ser un botequin politico. La participacion de los afiliados deberia ser mejor en el proceso de decision.