Los secuestradores no dudaron un momento; de los macutos sacaron una botella llena de algún líquido inflamable…¡Esos policías asesinos no van a entrar aquí a ultimarnos! , dijo el [secuestrador] que tenía la bomba y la arrojó contra la puerta…Esta se incendió. La masa humana se apiñó en el fondo…huyendo del resplandor. Así relata Soledad Cano, en La noche del colibrí, el momento crucial del asalto trágico a la embajada de España (1980).
Llama la atención que la periodista [de Cambio 16] se refiere correctamente a los hechores como secuestradores. Esto es importante porque a lo largo de su libro, y a lo largo de muchas declaraciones interesadas, la narrativa habla de una toma pacífica. No de un secuestro organizado por estudiantes y activistas campesinos vinculados con le guerrilla, que llevaban cócteles Molotov. ¿Cómo puede ser pacífico un asalto por la fuerza, ¡o un secuestro!?
El hecho de que el incendio del despacho del embajador haya sido un acto de los secuestradores es confirmado por El imparcial al día siguiente de los actos trágicos: Bomba Molotov por parte de ocupantes provocó incendio en embajada española, dice el titular del vespertino al citar declaraciones del nefasto Cajal y López, personaje que nunca se presentó a declarar en un tribunal guatemalteco
Otro testimonio sobrecogedor es el de M. Molina, hija de una de las víctimas de los secuestradores y de sus cómplices y patrocinadores: Se oyeron dos disparos que salieron por las ventanas del despacho hacia la calle. Tras de eso, se escuchó desde dentro un sonido bofo, como cuando se enciende una estufa de gas, como cuando a la gasolina se le prende fuego, entonces salió el humo negro del despacho hacia la calle y empezaron los disparos y los gritos.
Cano le atribuye a G. Yujá*, uno de los secuestradores, las siguientes meditaciones dentro del despacho en llamas: De pronto sonaron detonaciones…¡no era posible! ¿Quién disparaba? ¿Sus compañeros para matarse entre ellos?…estaban desbarrando. ¿Qué clase de personas llevan cócteles Molotov y armas de fuego a una supuesta toma pacífica. ¿Qué clase de dirigentes hacen aquello con gente inocente?
César Augusto Escalante, empleado de la Embajada de España en 1980, persentó su testimonio en el juicio que se sigue contra Pedro García Arredondo, exjefe del Comando Seis de la extinta Policía Nacional y único procesado por la quema de aquella sede diplomática; y ¿qué crees que contó? Los manifestantes tenían una manta en la que habían escrito “Ejército asesino”. Estaban en la oficina del embajador. La puerta principal estaba cerrada. Como yo tenía llaves, entré por otro lado, pero me detuvieron y me sacaron a la fuerza. Lo amenazaron con un revolver calibre 38.
Escalante contó que los terroristas amenazaron con hacer explotar bombas cuando vieron la presencia de agentes de la Policía. Los guerrilleros dijeron que iban a contar lasta 10 y si la policía no abandonaba la embajada iba a quemar las bombas que llevaban; al finalizar el conteo se escuchó la primera de dos explosiones.
¿Te das cuenta? Los terroristas que ocuparon la embajada usaron la fuerza y amenazaron con hacer que explotaran bombas. ¿Qué clase de ocupación pacífica va armada con bombas? ¿Qué clase de ocupación pacífica va armada con pistolas? Por otro lado, una bomba molotov, que es lo que llevaban los ocupantes, no es como una granada que sólo se arroja y ya. La bomba molotov hay que encenderla. El hecho es que hay que tomar la decisión de encenderla. No es algo que se cae y prende fuego, ni algo que se dispara por descuido. Su explosión debe ser deliberada. A la afirmación de ¡Saber quien puso fuego ahí! hay una respuesta: Los que pusieron fuego ahí fueron los que llevaban los cócteles molotov, los encendieron y los arrojaron en el interior de la embajada.
Columna publicada en El periódico.
* Vale la pena escuchar las declaraciones (3:50) del bombero Anibal Téllez, que escuchó cuando Yujá dijo: Le falló al español todo…ayúdeme porque los compañeros me van a matar. ¿A qué español se refería? ¿Qué compañeros lo iban a matar? ¿Se refería a Cajal y López; y a la gente del Ejército Guerrillero de los Pobres/Comité de Unidad Campesina? Téllez dio este testimonio durante el proceso judicial que se sigue sobre este asunto.
El circo sigue y sigue mi estimado Luisfi, no importa quien testifique la verdad, la sentencia será condenatória,esta previamente elaborada como la del genocídio … Circo, circo y circo.
Yo recuerdo que vimos las escenas espantosas de la toma de la Embajada de España en un noticiero televisivo. No pueden inventar que fue el ejército ni la policía los que causaron el incendio porque los guatemaltecos lo vimos en el momento que estaba sucediendo.