El pavo del Día de gracias

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Anoche celebramos el Día de gracias con una deliciosa cena.  Fue una cena íntima, con mi familia más inmediata y en casa de mi hermana que hizo el pavo.  Gracias a La Guise por habernos acogido en su casa.  Gracias a todos porque no sólo es que la cena estuviera riquísima, sino que nos reímos un montón y siempre es maravilloso sentir ese cariño que sólo se siente alrededor de una mesa cuando se juntan tres generaciones.

El pavo y los demás componentes de la cena no aparecieron ahí.  Fueron posibles gracias al ingenio, la empresarialidad y la productividad de miles de personas que no conocemos. Fueron posibles gracias a nuestra productividad y a la de quienes nos facilitan ser productivos. Fueron posibles gracias a quienes los transportaron y a quienes nos lo vendieron.

Gracias a quienes valoran nuestros talentos humildes.  Gracias a los agricultores, transportistas, comerciantes, industriales, científicos, técnicos y demás que hicieron posibles el pavo, los tomates, las papas, los panes, las arvejas, el tocino, los pasteles y demás.  Gracias a quienes lavaron los platos, los moldes, los cubiertos y demás.  Gracias a quienes hicieron el vino y las gaseosas.

Gracias a mi madre que siempre tiene espacio, siempre tiene tiempo, siempre tiene ganas, siempre tiene buenos consejos, siempre tiene amor, siempre tiene sentido del humor, siempre tiene alegría, siempre nos reúne…y ya no da paletazos.    Gracias a todos por mantener la tradición.

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  1. Muy cierto, Luis. Hay que agradecer a todas las personas que hacen posible disfrutar de nuestro diario vivir con su trabajo y dedicación y en quienes rarar veces pensamos.