El chantaje y la puñalada fiscal

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¡A ver pipoldermos, repitan conmigo: el alza en los impuestos no eleva la recaudación; el terrorismo fiscal no eleva la recaudación; el alza en los impuestos no eleva la recaudación; el terrorismo fiscal no eleva la recaudación!

Si ponemos a los pipoldermos a hacer planas en el pizarrón, como a Bart Simpson, ¿entenderán?

¡La brecha fiscal se amplió! Las cifras muestran que a pesar de su puñalada tributaria, el agujero llegó a Q2.102 millardos.  Desde una perspectiva, ese es el monto que los saqueadores no lograron extraer de los tributarios y del sector voluntario de la economía.

Plagada de inconstitucionalidades y de otras ilegalidades, la puñalada fiscal enredó más el nudo gordiano de la inefable legislación fiscal.  La elevación de las tasas multiplica los incentivos para eludir y para evadir.  El terrorismo fiscal asfixia a los tributarios y el cierre de empresas reduce la generación de ingresos gravables.  Las cuentas del gran capitán crearon expectativas fantasiosas en cuanto a las posibilidades de recaudación, y de pago por parte de los tributarios.

Añade que el presupuesto del estado está lleno de partidas destinadas mantener privilegios y a satisfacer intereses específicos y particulares.  Agrega que los pipoldermos se reparten los ingresos tributarios mediante compras caras y de calidad dudosa, adjudicadas a empresas fantasmas de familiares, amigos, compadres, socios y amantes.  Súmale que –en general– cuando en el sector público (que es el sector coercitivo de la economía) no hay corrupción, lo que hay es puro y llano desperdicio.  Agrégale que como la burra de la recaudación está a punto de reventar, los pipoldermos no se tientan el alma en endeudar a los tributarios.  ¡Que no te engañen!, Guatemala no se endeuda.  Es a ti a quien endeudan.

¡Y encima la dirigencia destruccionista organiza actos de violencia como bloqueos para exigir más endeudamiento, para prolongar la existencia de privilegios presupuestarios para sus grupos afines (a veces con la complicidad de los pipoldermos) y para chantajear armada con rifles de asalto e hiriendo a los agentes de la ley!  ¡Canallas es lo que son!

Columna publicada en El periódico.

La foto es de Prensa Libre.

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