¿Por qué no hago spaghetti from scratch más seguido? El de la foto es hecho en casa, tiene incorporado chile guaque (que le da un sabor muy delicado en el fondo y un toque chapín) y fue servido con salsa de queso gorgonzola. Me encanta la pasta hecha en casa, no sólo por su sabor, sino por su consistencia y textura. El spaghetti grueso es una experiencia distinta al que uno compra regularmente.
El almuerzo-cena de ayer incluyó lomo de cinta horneado y bañado en mermelada de mangos -también hecha en casa-. ¡Mangos!, porque en casa la hacen con tres tipos de mango distintos para conseguir el sabor que nos gusta. En el plato también hay espárragos, que son una de mis verduras favoritas. ¡Me encanta el color dorado de la mermelada y me encanta como su sabor y aroma combina tan bien con el cerdo!
Cuando era niño mi tía abuela, La Mamita, hacía fetuccini caseros a mano y los servía con salsa de tomate, o los usaba en un caldito de pollo y verduras cuyo sabor nunca he podido imitar. Mi abuela, Frances, contaba que mi bisabuela, Adela, hacía ravioli deliciosos, caseros y a mano; pero esos nunca los probé. A mí me gustaría hacer ravioli y a ver si un día de estos me animo.