Así vimos las Luces Campero, acompañados con queso chancol, paches quetzaltecos y vino tino. El niño que hay en mí goza mucho con las luces y las formas. Es muy agradable, también, verlas acompañados por la familia y amigos. Me encanta escuchar los ¡Oooh! y ¡Aaah! de la gente y echarme mis propios ¡Ooloh! y ¡Aaah!
El año entrante quiero grabar los últimos 4 minutos del espectáculo que que son más que impresionantes.
Hola Luis!!! Gracias por el aporte de las luces Campero… En efecto, los últimos cuatro minutos son verdaderamente impresionantes!!! Saludos y un abrazo!!!