El Ministerio de Finanzas, a jugar de mercado

Ayer, con un grupo de colegas, jugamos de mercado (como en el colegio) en un seminario con Martín Krause, autor de La economía explicada a mis hijos.  A mí me tocó vender manzanas y…adivina qué.  ¡No las podía vender si pedía más quetzales que los que los compradores estaban dispuestos a gastar!  Y los compradores de manzanas no podían conseguirlas, si ofrecían menos de lo que esperaban los potenciales vendedores.  Cuando juegas de mercado aprendes cosas sorpendentes.  Por ejemplo: si quieres algo de valor que tiene otra persona, debes ofrecerle -a cambio- algo que esa persona valore más.  Nadie te va a dar sus quetzales a cambio de tus manzanas, si no valora más tus manzanas que sus quetzales.

Hoy que leo que el Ministerio de Finanzas no ha podido vender unas letras de Tesorería que anda ofreciendo, se me ocurre que sería bueno que los funcionarios de esa cartera jugaran de mercado con Krause.   Esto es porque los funcionarios están vendiendo papeles que ofrecen tasas de interés tan bajas que no tienen valor para los potenciales compradores.  La tasa de interés, ¿sabes?, es el precio del credito; y el crédito está íntimamente relacionado con la confianza.  De hecho, la palabra viene del latín credere que significa creer y de ahí, confiar.

Si bien es cierto que a los banqueros les gusta comprar papeles porque son inversiones de relatiavamente poco riesgo; también lo es el hecho de que las tasas que ofrecen esos papeles deben ser lo suficientemente atractivas como para competir con otras opciones de inversión de bajo riesgo.  Recuerda que aquí estamos hablando de confianza.  Las tasas tienen que ser proporcionales al nivel de confianza que generan, o no, los papeles.

Como los recursos son escasos, cuando los banqueros compran papeles del Ministerio para invertir cómodamente y sin mayores riesgos, el dinero que usan para esas inversiones no es dado en crédito para actividades productivas como comercios, industrias, fincas y otras.  Las inversiones en papel sustituyen a las inversiones productivas.  Y tu ya sabes qué ocurre cuando disminuyen las inversiones productivas a cambio de las de papel: crece el endeudamiento de los tributarios y disminuyen la creación de riqueza y de oportunidades de empleos productivos.

Es curioso que quienes manejan las finanzas del país prefieran endeudar a los tributarios y obstaculizar la creación de riqueza y de oportunidades de empleos productivos, antes que entrarle a la disminución radical del gasto público y a la sanación fiscal.  Pero es más curioso que quieran comprar manzanas a precios que los vendedores no están dispuestos a aceptar.  Esto es porque con sus papeles (y sus tasas de interés), los funcionarios están tratando de comprar crédito.

Ah, yo insisto en que los funcionarios deberían jugar de mercado.

Originalmente publicado en el Centro de Estudios Económico-Sociales.

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