Los bomberos hallaron un feto de ocho meses en La Joyita, de San Miguel Petapa. Los socorristas suponen que el cadáver tenía varios días de estar en el lugar y que los perros lo desmembraron.
Este es un trofeo más para los promotores de la ley que monopolizó y centralizó las adopciones en Guatemala. Yo nunca dejo de preguntarme si la madre de este y de otros fetos, o bebés abandonados tomarían decisiones como aquella si pudieran tener una opción sencilla y no politizada para entregar los niños que no pueden, o no quieren criar.
La información está en la página 12 de Prensa Libre de hoy.