Sí, hay que abolir la educación estatal

La semana pasada argumenté que hay que abolir la educación estatal porque: está fundada sobre la expoliación (que es un acto de violencia); y uniforma las mentes, cría súbditos obedientes y legitima el uso de la fuerza para conseguir intereses particulares. Es suicida para una sociedad que quiere ser libre. Y creo, sinceramente, que los pobres se merecen algo mejor.

Mi opinión fue criticada por algunos lectores; pero no con hechos, ni datos, sino con comentarios como que fue una opinión babosa que vino de un mayordomo; que opino así solo porque ya no viajo en ruletero; que fue un artículo chueco y de puras patadas de asno; que lo que dije son ideas neoliberales; y un comentarista hasta se imaginó –a ciencia cierta, dijo– que tengo varios colegios privados en mi haber, para asaltar a la ciudadanía. Por aquí va el nivel del diálogo a estas alturas.

Lo cierto, sin embargo, es que las escuelas estatales son la peor opción para los pobres; y que –en cuanto pueden– los pobres sacan a sus hijos del sistema coercitivo y los inscriben en el sector voluntario. ¿Por qué?

James Tooley y Pauline Dixon han hecho estudios al respecto en India y África, y han comprobado que en países parecidos a Guatemala los costos de los maestros son significativamente menores en las escuelas privadas que en las del Estado; y en sociedades como la chapina las escuelas privadas no subsidiadas suelen tener mejores cocientes alumnos-maestros, que los que tienen las escuelas políticas. Esto beneficia a los padres; pero afecta los intereses de los sindicatos de maestros y por eso es que no les gusta a los burócratas de la educación.

Los investigadores comprobaron –con datos– que en las escuelas privadas no subsidiadas se alcanza un rendimiento más elevado que en las escuelas estatales; y que se enseña más en las escuelas privadas que en las estatales. Comprobaron que las escuelas privadas ofrecen oportunidades sin costo, o con costos reducidos, a los niños más pobres.

Y claro que todo aquello no significa que no haya nada que mejorar en la educación privada; pero sí explica por qué es que la educación estatal es la peor opción para los pobres. Si te interesa el tema te recomiendo este video que nos compartió la lectora Ilse Polanco.

Columna publicada en El Periódico.

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9 comments

  1. Seguro lo que molesta a algunos, es que además de pagar una educación privada, también tienen que pagar la educación estatal, aunque nunca hacen uso de ella.

    Pero lo peor, es que en el supuesto caso de que se aboliera la educación proporcionada por el Estado, eso no necesariamente reflejaría una disminución equivalente en los impuestos, porque simplemente serían reorientados a otra cosa y si en algo es buena la administración pública, es en encontrar esas “otras cosas” en las que gastar el dinero de los impuestos.

    Entonces es posible que muchos prefieran esa educación estatal, porque al menos, medio están viendo en donde se dilapida el dinero de los impuestos.

  2. Dr. Luis Juárez Paiz

    Buen día Luis, le cuento que yo soy lector asiduo de los artículos que publica y en la mayoría de ellos estoy de acuerdo, especialmente cuando critica a la clase política corrupta de nuestro país, ahora siempre me ha llamado la atención las ideas que ustedes los liberales tienen sobre lo que el estado debe brindarnos a los ciudadanos a cambio de los impuestos que nos obligan a pagar, seguridad y justicia, me parece excelente, pero me pongo a pensar y aun no logro concebir como, por ejemplo, una persona que vive en “la Limonada”, por poner un lugar, podría llegar al Centro Medico en la zona 10, internarse para que lo operen de una Apendicitis Perforada, permanezca unos 10 días hospitalizado recibiendo antibióticos y todo el tratamiento necesario y luego egresar a su casa sin haber pagado nada, o esta misma persona llevar a sus hijos al Colegio Ingles Americano, inscribirlos sin tener que pagar ni un centavo, entonces si me gustaría que usted escribiera un articulo describiendo paso a paso como todas las personas sin recursos económicos podrían acceder a estos servicios básicos de salud y educación sin pagar o pagando una cuota mínima, ya que según ustedes el estado no debería ser quien les brinde esos servicios.
    Voy a estar esperando su articulo con ansias.

  3. Hola don Luis. Su artículo supone que los servicios de salud que presta el estado son similares a los del Centro Médico. Y supone, también, que yo insinúo que una persona que vive en la limonada podría llevar a sus hijos a un colegio claro sin tener que pagar un centavo. Pero…ni los servicios de salud que presta el estado se acercan poquito a los que uno podría prestar un hospital como el citado; ni veo cómo es que podría ocurrir lo del colegio a partir de lo que comento en mi columna.

    Pongame premisas que se desprendan de lo que yo propongo (o más bien de lo que describen Tooley y Dixon) y con mucho gusto trato de aliviarle las ansias.

  4. En realidad, Pepe, hay una objeción más importante contra los impuestos que la pragmática que describes y a la que acude la mayoría de la gente. Esta objeción es más importante porque es de orden moral, no utilitaria. Los impuestos son tomar dinero ajeno por la fuerza y destinarlos a propósitos políticos que benefician a intereses particulares y específicos. Por donde lo veas. Saludos.

  5. LuisFi,
    Lamentablemente vivimos en un mundo imperfecto y por lo tanto tenemos que lidiar con todas estas imperfecciones. Si de alguna forma se pudiera tener un proyecto por medio del cual, a través de un subsidio proporcionado a un colegio privado se podrían inscribir a alumnos sin recursos económicos, te apuesto que los del colegio harían fraude para sacar mas dinero. Esto no lo digo yo ni lo estoy inventando. Lo he leido en periódicos extranjeros donde se publican estos casos pero aplicados a las organizaciones que prestan servicios de salud.

    Mi aporte: ideemos proyectos como pronade, en el cual la comunidad administra los fondos. Aqui incluso se puede mejorar los servicios e incluir cosas que no se tienen como computadoras e internet.

    Dale LuisFi, craneate este proyecto.

    Exitos!

  6. No creo que lo ideal sea algún tipo de subsidio, sino mas bien que cada quien pueda invertir su dinero donde quiera, pero no se puede porque una parte hay que darla al Estado (impuestos) y es éste el que decide en donde se usa.

    Pongamos un número por ejemplo, digamos que al año el proporcional de impuestos para educación que pagamos es de Q1200, si no tuviéramos que pagar ese dinero y lo tuviéramos para nosotros, podríamos decidir inscribir a ese estudiante, en cualquier establecimiento privado, de acuerdo a sus posibilidades.

    Actualmente en muchísimos casos ya sucede así, pero con el agravante que no se tienen esos Q1200 porque hay que pagarlos al Estado.

    Claro que el colegio que cobre esa cuota anual, no será igual al de otro de mayor precio como el citado anteriormente, pero recibirá una educación equivalente a la que reciba en una institución pública, pero con el beneficio de que como consumidor podrá exigir la prestación de un buen servicio y de no estar de acuerdo, se va a otro que si llene sus expectativas, al haber competencia en la prestación del servicio, éste mejora sustancialmente.

    Actualmente ¿a quien le puede reclamar un mejor servicio, aquel padre de familia que ve como sus hijos pierden tiempo y son deficientemente educados en las escuelas públicas?

    Quien vive en La Limonada, como el ejemplo anterior, también paga impuestos, probablemente no haga facturación ni declaración, pero si paga el IVA de la gaseosa que compra en la tienda de la esquina o de otros productos y servicios que seguro utiliza, el también podría tener a sus hijos en colegios privados si lo dejaran decidir en donde utilizar su dinero.

  7. Dr. Luis Juárez Paiz

    Como me imaginé, ni usted, ni ninguno de los liberales, podrían proponer en forma clara y concisa un mecanismo por el cual personas sin recursos económicos podrían acceder a servicios como salud y educación sin tener que depender de lo que el estado pueda ofrecer, y no hablo de calidad en salud o educación, es imposible comparar la calidad del Centro Medico con cualquier hospital de la red nacional de salud, precisamente porque la calidad hay que pagarla, obviamente el Centro Medico y el Colegio Americano son exageraciones, igual podría poner de ejemplo un Sanatorio de la zona 18 y un colegito de la zona 1, igualmente buena parte de la población no tendrían acceso a estos, así es que todavía no entiendo como ustedes proponen que el estado solo nos debería dar seguridad y justicia y lo demás cada quien debería conseguirlo con sus propios medios económicos. Y quiero aclarar algo, yo no defiendo a el estado ni los servicios de mala calidad que ofrece, pero yo trabajo en un hospital publico y veo a personas de escasos recursos que su única esperanza es la atención que les brindamos, personas que no tienen dinero ni para comprar el mas mínimo y mas barato de los medicamentos. Así es que no se preocupe Luifi, ya calmó mis ansias al demostrarme que el pensamiento de ustedes no es más que una utopía

  8. Se imaginó mal, don Luis. Lo que pasa -eso sí- es que quizás diferimos en nuestras propuestas. pero eso no quiere decir que no las tengamos.

    Los liberales creemos que es mejor que las personas se puedan pagar sus propios servicios se salud, de educación y de vivienda, por ejemplo. En vez de recibirlos como favores políticos, o como producto del saqueo. Por eso creemos que la mejor política social es un buen empleo (o la multiplicación de oportunidades de emprendimiento). Puede que haya quienes no estén de acuerdo con eso; pero “eso es otro par de zapatos”.

    Nuestras propuestas van en la dirección de elevar la productividad y la capitalización para que mejoren los ingresos y la calidad de vida de las personas. Eso es lo que querría decir eso que usted dice que decimos nosotros, eso de que cada quien debería conseguirlo con sus propios medios económicos.

    Pero…¿y qué pasa con los más, más pobres, los incapacitados, los ancianos y demás? dirá alguno. Aquí es donde hay espacio para la benevolencia. Pero entiéndase la benevolencia como un acto de virtud, y no como uno de fuerza.

    Puede que haya quienes prefieran otras vías; pero eso no quiere decir que los liberales seamos utópicos. Los pobres que ahora no tienen más opción que “ahorcarse en el palo” del estado, no sólo serían muchos menos si más y más gente tuviera buenos empleos y pudiera emprender negocios propios; sino que aquellos que no tuvieran oportunidad alguna podrían ser atendidos (como ha sido siempre) por personas y organizaciones benevolentes que sostienen escuelas, hospitales, patronatos y otras obras similares.

    Y ¿cómo se hace esto? dirán sus lectores. No es fácil, claro; pero para empezar habría que empezar. Y como decía mi abuela: Más ayuda el que no estorba.

    He aquí van un vídeo y una lectura que pueden ayudar a sus lectores a explorar las posibilidades de abandonar el estatismo que empobrece. Por favor véanlos sin prejuicios y discutamos las ideas sin exageraciones.

    1. http://www.comomejorarelniveldevida.org/peli01.htm

    2.
    http://www.biblioteca.cees.org.gt/topicos/web/topic-912.html

    Saludos

  9. Hola Fred. Mi problema con temas como Pronade es que no resuelven el asunto moral de fondo que es el uso de la violencia para conseguir objetivos políticos.
    Si el dinero para Pronade viene de impuestos (aunque sea administrado por los padres), el origen de todo es la expoliación.
    De ahí que criemos ciudadanos que crean que es legítimo usar la fuerza para satisfacer sus necesidades.
    Saludos