Este letrero, que dice Prohibido aprender a manejar vehículos; y a quien no conoce los antecedentes le puede parecer que, estando en el Cementerio General, parezca que se les prohíbe a los muertos aprender a conducir.
Empero, lo que ocurre es que muchas personas utilizaban (¿o utilizan?) las calles de la necrópolis para aprender a manejar automóvil.
Gracias al cuate, Wayne, por la pista.
La verdad mi querido LuisFi, yo fui de las que también en un par de ocasiones fui a practicar ahí a pesar de los rótulos y es que, cómo decía mi madre, era por mi propia seguridad y la de los demás… lo bueno es que con esas prácticas ningún muerto resultó herido… jajaja…
¡Que risa!