Muerte en Tultitlán

El migrante guatemalteco, Julio Cardona, fue lapidado hasta morir en Tultitlán, México, el 8 de agosto pasado. Se sospecha que policías locales cobraron US$40 por entregarlo a la turba.

Cardona había participado en la caravana Paso a paso hacia la paz que recorrió la ruta de migrantes entre Guatemala y los EE.UU. Pero ahí está que, en Tultitlán, los emigrantres no son bienvenidos. Y nos indigna lo mala taza que son los de Tultitlán, así como nos indignan las vejaciones a las que son sometidos los chapines que buscan una vida mejor en el norte. ¿De la misma forma que les indigna, a los mexicanos, el mal trato que sus compatriotas reciben más allá del Río Grande?

Nos da rabia lo que los otros hacen con nuestra gente; pero… ¿somos mejores? Aquí mucha gente reclama una reforma migratoria en los EE.UU., a favor de nuestros pobladores. Pero en diciembre de 2009, un estudio presentado por la Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala expuso que aquí existe poca voluntad política para erradicar el abuso contra extranjeros indocumentados. Resulta que la Administración prolonga la situación violatoria de los derechos humanos de los migrantes en tránsito, y que han ocurrido casos donde los extranjeros han sido asesinados, violados sexualmente o detenidos por tiempo indefinido en los albergues de migración.

Las autoridades en Guatemala, ¿tratan a salvadoreños, nicaragüenses, hondureños, peruanos, colombianos, ecuatorianos, chinos y otros desplazados, igual, o peor de lo que se trata a los migrantes chapines en otros países? ¿Por qué? Yo creo que es por hipocresía.
Simpatizo mucho con la causa de los migrantes en el sentido de que me da rabia que haya gente que tenga que dejar su familia y su tierra para ir a buscar una vida mejor; y en el sentido de que me indigna la forma en la que aquí y en otras tierras se trata a los forasteros. Simpatizo también en el sentido de que así como creo que habría más posibilidades de bienestar para todos si hubiera libre movilidad de capitales, también las habría si hubiera libre movilidad de personas.

Si me preguntaran, yo votaría por eliminar las restricciones fronterizas y todas esas trabas artificiales contra la libre movilidad de las personas. Y me quitaría los prejuicios hipócritas contra la migración libre de las personas.

Columna publicada en El Periódico.

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