¡Eureka!, he aquí por qué estamos como estamos

Al leer los resultados de la Encuesta Libre, nos enteramos de que los guatemaltecos confían más en las organizaciones religiosas que en cualequiera otras.  Ahora no me sorprende por qué es que llegamos al nivel en que estamos, ni por qué es que estamos como estamos.  ¿A usted sí?

Resulta que 66 % de los encuestados le atribuye mucha credibilidad a las iglesias evangélicas; y 60% de ellos le atribuye mucha crecibilidad a la iglesia católica.

Lo que nos dice la encuesta es que los chapines le atribuyen mucha credibilidad a organizaciones que promueven el misticismo.  Y, ¿qué es el misticismo? Es la aceptación de ciertas afirmaciones sin evidencias, ni pruebas; e incluso ¡contra! las evidencias de los sentidos y la razón.  Ayn Rand explica que el mistiscmo acude a medios de conocimiento no sensiriales, no racionales, no definibles y no identificables; tales como los instintos, la intuición y la revelación.

Sólo en tres períodos de la Historia de la humanidad no ha prevalecido el misticismo en la cultura:  en la Grecia antigua, en el Renacimiento y en el siglo XIX.  No es extraño, entonces, que estos tres períodos hayan sido ambientes extraordinarios para el desarrollo del progreso en todos los campos intelectuales y tiempos de gran libertad política.  No es extraño que los períodos de misticismo hayan sido -y sean- todo lo contrario.

Datos interesantes de la Encuesta Libre son cosas como que la prensa escrita tiene menos credibilidad que la televisión y la radio; o que el Ejército tiene más crecibilidad que los organismos internacionales, y que los líderes comunitarios, que los sindicalistas.  Los empresarios tienen más credibilidad que los sindicalistas.

Esta poca credibilidad que tienen los sindicalistas frente al Ejército, o frente a los empresarios, ¿se deberá a personajes como Joviel Acevedo?

Esta pregunta es interesante en el contexto de que los maestros tienen más credibilidad que la iglesia católica y que la prensa toda.  Pero mi hipótesis es que la gente le atribuye credibilidad al maestro como guía, y no a los maestros como un colectivo.

¿Quienes tienen el peor nivel de credibilidad?  Los partidos políticos con sólo 12% y el Presidente de la República, con sólo 15 por ciento, al mismo nivel que los sindicalistas y el Congreso.  ¿Sorpresa? No.  ¿Quién puede tomar en serio a Alvaro Santa Clos Colom?

Como me gustaría tener, ahora, acceso a anteriores encuestas de este tipo.  ¿Algún lector me puede facilitar una o dos? Plis.  Me gustaría saber si la Prensa ha ganado, o perdido terreno; y me gustaría saber qué ha ocurrido con la credibilidad del Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia.

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  1. Don Luis. Yo lo interpreto de la siguiente manera: Independientemente de la Fé, al guatemalteco le desagrada el desorden. El guatemalteco aprecia la jerarquía y opiniones firmes respecto a Dios, la disciplina y relaciones interpersonales. Por eso no me sorprende que tanto el ejército como la iglesia católica (o evangélicas) salgan bien aprobadas: dos instituciones serias, que aunque con fallos (errar es de humanos) son firmes en sus convicciones. ¿Cuándo se ha oido que en Guate el Arzobispo Metropolitano o el General de Brigada de Mariscal Zavala llegaron a su cargo por estar afiliados al partido de turno? Mucho de esto esta firmemente anclado en la idiosincracia guatemalteca como indica el índice de Hofsteade lo cual se resume en: jerarquía, pertenenica a un grupo y tradicionalismo. Qué mejor descripción de las instituciones mas antiguas del país…