La hipocresía contra la minería

Me encontré con un vídeo en el que Alvaro Ramazzini, obispo de San Marcos, se echa un discursito contra la minería; lo cual no es raro.  Noté, sin embargo, que la vehemente oposición del prelado contra la explotación minera es específica para su diócesis y que el dirigente ostenta un anillo galán, ¿fabricado con el rey de los metales?

Entonces recordé que la organización que él representa siempre se ha beneficiado en términos de riqueza y de poder, de la extracción de metales preciosos.

En  Empires of the Atlantic World: Britain and Spain in America, 1492-1830, Sir John H. Elliot nos recuerda que the wealth generated by the mining economies of the two viceroyalities [of New Spain (Mexico) and Peru] made it possible to sustain a continuing programme of church building and refurbishing. La riqueza generada por las economías mineras de los virreynatos de México y de Perú hicieron posible mantener un contínuo programa de construcción y remodelación de iglesias católicas.

Elliot cita al dominico Thomas Gage que nos cuenta que en México, en 1620, there are not above fifty churches, and chapels, cloisters and nunneries, and parish churches in that city, but those that are there are the fairest that ever my eyes behold. The roofs and beams in many of them all daubed with gold.  Había, en el méxico de 1620 más de 50 iglesias, capillas, claustros, conventos y parroquias cuyos techos y vigas estaban revestidas con oro.

¿De dónde saldría el oro que se usaba en aquellas iglesias y que le daba tanta riqueza, prestigio y poder a la organización de la cual Ramazzini es un alto dirigente?  ¿De dónde sale la riqueza que le permitió a la iglesia católica ser terrateniente formidable y prestamista implacable? ¿De dónde ha salido el oro para cálices, báculos, pectorales y otras joyas que se lucen en iglesias, monasterios y museos, así como en obispos, arzobispos, cardenales y papas? ¿Qué tantas fuentes de ingresos actuales, de aquella organización, provienen de fortuna enraízadas en la explotación minera?  El relicario para la sangre de Karol Wojtyla, ¿será hecho de algún metal precioso?

Ramazzini, además, usa anteojos y seguramente usa un cincho que tienen componentes extraídos de minas. Sus zapatos y el elástico de sus calzoncillos seguramente tiene componentes extraídos del petróleo. ¿Se opone, el Obispo, a la explotación del petróleo, como se opone a la explotación minera?

Talvez no porque Ramazzini dice oponerse específicamente a la explotación minera en el Departamento en el que es pastor. Entonces, quizás no es tan inconsistente el jerarca. Si sólo se opone a la explotación minera en San Marcos y no le importa que ocurra en otros lugares…tal vez el Obispo se pasa de listo y quiere disfrutar de los beneficios de la minería, ¡siempre y cuando! los supuestos perjuicios que anuncia los sufran otros. Uno nunca sabe.

En realidad, si el preste quisiera contribuir a que la minería fuera más beneficiosa para los habitantes de las regiones en las que realiza esa actividad, lo que debería proponer es que los propietarios del suelo, fueran propietarios del subsuelo. De modo que así como un campesino puede vender las arvejas chinas y el brócoli que pudiera producir en sus tierras; también pudiera vender el derecho a explotar el oro que hubiera en su propiedad. Pero claro…eso no. Porque eso le daría la riqueza y el poder a la gente.

El vídeo, por cierto, lo puse sin sonido porque no contribuyo a reproducir las impertinencias de Ramazzini.

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