El Mango Chutney que hacemos en casa es con la receta de mi tatarabuela, Minnie. A mí me gusta comerlo con chuletas ahumadas y lomo de cinta frito, o asado; con gallina, o pollo frito; con pescado, o camarones fritos, o asados; con costillas de cerdo, o de res.
La receta la tenemos gracias a mi abuela, Frances, que lo preparaba delicioso y aprendió a hacerlo con su abuela, allá en Hawaii. Por cierto que ellas no le ponían coco, pero a mi me gusta mucho el toque que le da y le pongo algo de carne de coco rallada. Mi bisabuela, Adela o Mami, también lo preparaba y quizás el que fue uno de sus últimos chutneys tuvo una historia curiosa.
Una vez, vaciando la que había sido la alacena de Mami, mi abuela encontró unos frascos de chutney. Haciendo cuentas, el cocinero que hacía el chutney con mi bisabuela había muerto hacía unos diez años; y, antes de eso, había dejado de trabajar con mi bisabuela unos diez años antes; de modo que mi abuela y su hermana concluyeron en que los frascos bien podría tener unos 20 años. Eso no las detuvo y en esa ocasión degustamos el chutney con gran reverencia.
El que tenemos en casa lo hice hace unos 8 años; y este que hicimos anoche durará algo parecido. Bien envasados y en el refrigerador, su sabor y su consistencia no hacen más que mejorar.
La receta lleva mangos verdes, pasas y pasas de corinto, ajo, pimienta gorda y clavo de olor, vinagre y azúcar moreno, chiltepes, cáscara de naranja confitada, coco rallado y jengibre.