Es inadmisible la pretensión de los diputados que quieren forzar la recontratación de los empleados del Registro Nacional de Personas, suyos contratos vencieron en diciembre. Es inadmisible que aquellos diputados citen al directorio del Renap; y que traten de obligar al director ejecutivo del Registro a echar marcha atrás en una disposición propiamente administrativa. Es inadmisible que los no recontratados traten de forzar una relación contractual ya que la naturaleza misma de las relaciones contractuales se basa en su carácter voluntario y pacífico, carácter que quedaría desvirtuado si se concretan sus pretensiones y las de los diputados demagogos que los apoyan.
Por algo se dice, con toda razón, que mientras que el sector privado de la economía es el sector voluntario de la misma; en tanto que el sector público de la economía es el sector coercitivo de aquella. El sector público está acostumbrado a basarse en la fuerza y en la coacción para actuar y, cuando dentro de él se dan relaciones contractuales que deberían ser pacíficas y voluntarias, rápidamente trata de imponerse la cultura de la fuerza.
Llama la atención, también, el hecho de que el ex director del Renap, Mauricio Radford, logró que muchos de los empleados del Renap se hicieron miembros del proceso de inscripción del comité pro formación de un partido político que estaba organizando el citado director destituido. ¿Cuántos firmantes serían coaccionados, o chanteajeados para que firmaran? ¿Sería inusual que aquello ocurriera? ¿Cuántos trabajadores del sector coercitivo de la economía se ven obligados a hacer cosas parecidas para obtener, o conservar sus contratos?
Inadmisible, sería si usted sabe lo que es un Estado de Derecho y Derecho Tutelado, pero supongo por su comentario estúpido, usted es un ignorante.
Investigue a fondo para no decir ridiculeces.-
Ignorante jejejejejeje
[…] unas semanas los trabajadores temporales del Registro Nacional de Personas dispusieron exigir que se les recontratara porque se creían con algún tipo de derecho a las plazas que tenían. Yo digo que las empresas […]