Muchá, desvincúlense de la exguerrilla

Durante las manifestaciones de ayer el grupo integrado por miembros de la Alternativa Nueva Nación, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, y del Frente Nacional de Lucha se enfrentó con otro grupo integrado por sindicatos de varias entidades, incluida la embotelladora de Coca-Cola.

Lo curioso es que las arengas de la ocasión llamaban a la unidad de las izquierdas; pero usted ya sabe: donde hay dos dirigentes de izquierda, hay tres, o cuatro organizaciones en pugna.  En parte esto es porque hay demasiados intereses en juego; y en parte porque entre ellos no han cerrado las heridas que dejaron las traiciones, la corrupción y las inconsistencias que, entre ellos, dejaron los 36 años de enfrentamiento armado.

En las filas de las izquierdas hay muchas personas intelectualmente inquietas, sinceras y consistentes; personas a quienes la vinculación con la exguerrilla eclipsa, empaña y convierte en cómplices de aquellos 36 años de enfrentamiento esteril, así como del sacrificio de centenares de vidas valiosas para instaurar la dictadura del proletariado.

A esas personas inquietas, sinceras y consistentes que buscan el bien para los guatemaltecos -aunque por medios equivocados como el principio de que los intereses colectivos pueden prevalecer sobre los derechos individuales- les conviene desvincularse de la exguerrilla atávica, rabiosa, violenta y totalitaria. Les conviene distinguirse de ellos y separarse radicalmente de ellos.

Si aquello ocurriese, la calidad del diálogo cívico mejoraría sustancialmente; y si ello ocurriese las diferencias de opinión no serían más que sinceras discrepancias sobre ideas muy complejas, en vez de ser expresiones de una mítica lucha de clases que sólo puede terminar con el exterminio de una de las partes involucradas para el éxito de la revolución.

Este es un caso en el que la unión no necesariamente hace la fuerza; y a la izquierda honrada le conviene desvincularse de los recuerdos de la exguerrilla y de su propensión a la violencia y al totalitarismo.

Comments

comments

1 comment

  1. Carlos Omar Fajardo Salguero

    Estimado Luis: Realmente no creo que usted o alguno de los demás libertarians aceptaran a alguien de la izquierda "buena", ya que el esquema analítico randiano no permite o tolera medias tintas. O aceptas el capitalismo o eres socialista-mercantilista, o sea, malo por principio. O bien, aceptas la igualdad ante la ley o eres un "rent-seeker"… o eres Pro-Reforma o no eres nada.No es que usted haya dicho esto en este artículo, pero al menos yo lo deduzco de todas sus intervenciones previas. Saludos.