Observaciones al vuelo sobre candidatos a fiscal

Ahora que estoy viendo las tablas de votaciones, sobre la selección de candidatos para Fiscal General, he aquí algunas observaciones al vuelo:


Ninguno de los candidatos tenía más de 55 puntos, sobre 100 de acuerdo con la tabla que había sido elaborada para depurar aspirantes. Eso quiere decir que, si hubieran sido estudiantes universitarios, y el proceso de selección hubiera sido un curso, ¡ninguno de ellos lo hubiera ganado!, suponiendo que, en las universidades los cursos se ganan con un mínimo de 61 puntos. El que más puntos tenía alcanzó 55, y el que menos puntos tenía llegó a 26.

Claro que la lista de seleccionados no es perfecta y claro que no deja contentos a todos; y claro que todos los candidatos de la lista podrían ser cuestionados y lo cierto es que no importa quienes hubieran resultado seleccionados, ¡todos tenían más, o menos cuestionamientos! Eso sí, hay cuestionamientos de cuestionamientos; y aquellos que tenían tachas por tener relaciones con narcos, con secuestradores, y con otros miembros del crimen organizado, obviamente son más peligrosos que los que tenían cuestionamientos menos ominosos.

Esto debería ponernos a pensar a cerca de un sistema que depende de la calidad de las personas, y no de la calidad de las instituciones.

La gráfica de El Periódico nos muestra que dos de los seleccionados obtuvieron los 12 votos necesarios para pasar, en una sola ronda. Ellos fueron Conrado Reyes y Leopoldo Liú.

Hubo candidatos que, en las dos rondas de votaciones, recibieron insistentemente el voto del Sector Público de los comisionados: esos aspirantes fueron Luis Calderón y Julio Rivera que recibieron el respaldo del Organismo Judicial, del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados, la Universidad de San Carlos y del Colegio de Abogados. También las universidades Panamericana y Mesoamericana le dieron su apoyo consistente a Calderón; en tanto que las universidades Rural y Mariano Gálvez apoyaron en las dos rondas a Rivera. De estos dos aspirantes, sólo Rivera llegó a la meta.

En todos los casos de los seleccionados, las universidades Del Istmo, Marroquín y Landívar votaron en bloque; excepto en el caso de Renato Durán, a quien Del Istmo le dio su respaldo.

Tanto el Organismo Judicial, como la Universidad San Pablo, la Universidad Panamericana y el Colegio de Abogados lograron que pasaran todos sus seleccionados. El Tribunal de Honor y la Universidad Mesoamericana hicieron pasar a 5 candidatos y las demás consiguieron 4.

Los únicos candidatos que entraron en la primera ronda de votaciones fueron Reyes y Liú con 12 puntos; Durán con 9 y Edgar Lémus y María Eugenia Morales con el mínimo de 8. Rivera no entró hasta la segunda ronda, gracias a los votos de las universidades San Pablo y Panamericana, y a pesar de haber perdido el voto inicial de la Mesoamericana.

Nadie votó por el actual fiscal, Amilcar Vásquez; ni por Edwin Rodas, Francisco Alvarado, Mauricio Izquierdo, ni Dora Bonilla.

Con excepción del caso de María Eugenia Morales, que no contó con la venia del Tribunal de Honor, tanto esa entidad, como el Colegio de Abogados, mismo, votaron por los mismos aspirantes.

Cesar Cabrera y Joel García recibieron un sólo voto, cada uno, de la Usac; en tanto que Arturo Rodas, Jorge González y Oscar Portillo recibieron sendos votos del CANG.

Nota importante: en realidad, los Comisionados no representan ni a las entidades que aparentan representar, ni a los miembros de aquellas entidades. Para que eso ocurriera, los Comisionados tendrían que tener un mandato de sus representados; y no basta que sean designados como tales por una ley, y menos que la creencia popular sea la de que sí son representantes. Al final de cuentas, comisionados votan como creen conveniente, ya sea en respuesta a intereses, o a presiones, o en respuesta a sus conciencias. En esta entrada hago de antropomorfismos y uso los nombres de las entidades por razones metodológicas, para no causar confusión a la hora de comparar con las gráficas de los diarios.

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