Adopciones, ineptitud y sinvergüenzadas

En el Consejo Nacional de Adopciones hay una inobservancia en la aplicación adecuada de los perfiles, funciones básicas y la creación de puestos establecidos en el Manual de Funciones y de Descripciones de Puestos. El CNA, por cierto, iba a ser esa entidad estatal milagrosa, rara y extraordinaria que -a diferencia de otras entidades estatales- iba a ser tan pulcra y tan prístina que, en ella, iba a valer la pena centralizar y monopolizar las adopciones.


Luego de dos años de fracasos, y de servir como cuello de botella en el que se ahogan los sueños de miles de niños sin familias, resulta que no es diferente a cualquiera otra entidad en la que políticos y burócratas medran para recibir un cheque mensual.

Ese engendro de quién sabe qué fuerzas oscuras gasta anualmente Q1.5 millones en dietas para los tres integrantes de esa entidad que son representantes de la Cancillería, Secretaría de Bienestar Social y la Corte Suprema de Justicia, personajes que cada mes reciben Q30 mil; y 71% de su presupuesto es gastado en funcionamiento.

Adicionalmente, el monopolio estatal de las adopciones, que se supone que iba a ser meticuloso y cuidadoso con los niños, se prepara para reactivar las adopciones internacionales sin tener aún el reglamento de la ley que establezca los procedimientos a seguir. La reactivación de las adopciones internacionales es algo bueno, ¡buenísimo!; pero, ¿por qué se tiene que hacer sin un reglamento legal y de forma que podría verse como sospechosamente laxa y oscura?

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  1. Siempre que leo algo de este tema, me vienen a la mente las caras de los niños cuyo mayor anhelo en la vida es tener una familia. No digo que la selección sea siempre perfecta, pero conozco casos de niños felices con padres adoptivos.Me indigna pensar que hubo y habrán niños que no lleguen a tener padres adoptivos, gracias a la intervención estatal, que enojados por no poder "untarse la mano", so pretexto de proteger a los niños de los procesos anómalos de adopción, dieron marcha a esta ley intervencionista.Los invito a ver historias de éxito como la del Hogar Rafael Ayau y verán a los angelitos que, aunque tienen sus necesidades cubiertas, siempre anhelan unos padres. Allí,gracias a Dios,no hay "ayuda" estatal!