Kjell Laugerud, que fue presidente de Guatemala entre 1974 y 1978 falleció ayer. A Laugerud lo vi tres veces en mi vida: la primera fue en Panajachel durante la campaña política de 1973 y en esa ocasión me regaló una foto autografiada que perdí; luego lo saludé para la primera inauguración del
Teatro Nacional; y por último lo saludé en una exhibición de pinturas, ocasión en la que le pedí un autógrafo y al dármelo comentó:
Yo creí que sólo a las estrellas de cine les pedían autógrafos. Yo coleccionaba este tipo de cosas…y también perdí ese autógrafo del expresidente.
Laugerud llegó a la presidencia en el marco de unas elecciones muy cuestionadas.
Desde la torre de la empresa pública de telecomunicaciones, Guatel, comenzaron a darse las primeras informaciones obre los resultados, que daban una amplia ventaja al candidato oficial Kjell Laugerud, aunque con muy pocos votos escrutados todavía…pero las informaciones oficiales luego se interrumpieron, creando desazón y disgusto en mucha gente y alimentando la idea de que se estaban alterando los resultados en favor del candidato del gobierno, cuenta
Carlos Sabino en
Guatemala, la Historia silenciada.
Esa noche, mi hermano y yo dispusimos hacer pan para entretenernos mientras esperábamos los resultados de los comicios; pero la levadura no creció y el pan nos quedó durísimo hasta el punto de que lo usamos para hacer una guerrita en el jardín.
Entre 1974 y 1978 se vivió un período en que, por momentos, pareció que el conflicto interno se iría diluyendo poco a poco, sumergido en el movimiento mayor del crecimiento económico y los cambios sociales que sucedían en el país, añade Sabino. Empero, poco antes del
terremoto del 4 de febrero de 1976, recuerdo que hubo por lo menos un rumor muy fuerte de golpe de estado. Durante la presidencia de Laugerud fue asesinado el empresario Luis Canella y fue secuestrado el ex ministro Roberto Herrera. Este último, plagio que recuerdo bastante bien porque fue durante las celebraciones del Año Nuevo y la noticia nos llegó a Amatitlán, donde mi familia y yo pasábamos la fiesta.
A Lauguerud le tocó el terremoto. La respuesta colectiva fue un magnífico ejemplo de una acción organizada de un modo espontáneo, solidario y eficaz. Pero desde los poderes públicos también se dio una respuesta oportuna y bien coordinada, que de inmediato contó con amplio apoyo internacional. El Presidente, cuando pudieron restablecerse la electricidad y repararse las plantas transmisoras, se dirigió sin dilación al país expresando en su mensaje: “mucho está destruido, pero también mucho está en pie. Y entre quienes están en pié está el pueblo y el gobierno de la República”, relata Sabino, y concluye con que el terremoto reveló cuan articulado y “funcionante” era el Estado guatemalteco, incluso en momentos de crisis.
Por cierto que la Izquierda vengativa en la administración de Los Colom no permitió que el expresidente recibiera los honores que le correspondían en el Palacio Nacional; y mandaron el cadáver al Ministerio de la Defensa.
La foto es tomada de Guatemala, la Historia silenciada. Laugerud, con sombrero y ropa clara, va caminando al centro.
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This entry was posted on viernes, diciembre 11th, 2009 at 5:26 pm and is filed under Carlos Sabino, Historia, Kjell Laugerud, terremoto.
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Luis, según el libro de Carlos Sabino, Roberto Herrera no fue asesinado. Lo secuestraron, y luego negociaron el rescate con la familia, y además con el gobierno a cambio de la liberación de un guerrillero herido en combate.
Es cierto, ya hice la corrección. Me salió mal la redacción porque, de hecho, "Bobby" Herrera participó en el Semminario de Historia que le dio origen al libro. Saludos.
Luisfi:como que se le andan perdiendo los autografos y las letras tambien …chanfele jejeje..lease en su articulo obre creo que quiso poner sobre.Saludos Patricia Calderon