La supuesta ley de desarrollo rural que Los Colom están promoviendo en el Congreso de la República contempla algo así como una política agraria que reformará y democratizará el régimen de uso, tenencia, propiedad de la tierra, desincentivando su concentración. Traducido a idioma de humanos, eso quiere decir que, si esa normativa fuera aprobada, los políticos decidirán cómo se usará la tierra, quien podrá ser su propietario y en qué condiciones. Someterá el derecho de propiedad a los intereses políticos del momento y hará realidad los sueños húmedos de cientos de políticos y burócratas ávidos de poder y de riquezas.