Los 50 años de Barbuchín

Barbuchín es un clásico guatemalteco de la literatura infantil y acaba de cumplir 50 años. Yo no recuerdo haberlo usado, pero hay un ejemplar de la 19a. edición en casa. Según yo, para aprender a leer usé Pepe y Polita, de los mismos autores que son Daniel Armas y Virginia de Armas. Esto último tendré que verificarlo cuando tenga acceso a un ejemplar.

Por cierto que aprendí a leer y a escribir con Julia Camacho y con unas tarjetas cuadradas que tenían letras rojas. M y A, por ejemplo; y de ahí uno empezaba con Ma, me, mi, mo y mu. Para pasar luego a Mi mamá me ama y cosas así.
Recuerdo que tanto para lectura, como para reading tuve muy buenos libros y como me gustaría recordar sus títulos. Cuando era niño, había en casa un libro de Lolita Batres de Zea (vea usted, recuerdo el nombre de la autora, pero no el del libro) y en él habia una canción que todavía me causa mucha gracia. La misma decía: Corre, corre, niño, pajarito vuela/ que las estrellitas ya están en la escuela./ La maestra, Luna, dicta la lección/ y las estrellitas ponen atención. /Una estrella chica se llenó de tiza/ y todas las otras se mueren de risa.

El ejemplar de Barbuchín, por cierto, es de Raúl Contreras.

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  1. Yo aprendía leer con el libro Coquito, que aun conservo y es uno de mis mayores tesoros de la infancia. Lo use en párvulos y siempre me gusto su forma entretenida de enseñar. De allí aprendí el trabalenguas "Juan Pinto sable al cinto contó de cuentos un ciento y un chico dijo contento cuantos cuentos cuenta Pinto"