Historias de almohadas

Cuando uno viaja durante el verano, a los iunais, suelen verse grupos de jóvenes que vienen a Centroamérica en misiones; y a mí siempre me causa gracia ver que muchos de los chicos vienen con sus almohadas.

Yo creo que esa es una práctica muy atinada y si las almohadas no ocuparan demasiado espacio en las maletas, y si no fuera tan incómodo acarrearlas a mano, ¡yo viajaría con las mías!  Cuando duermo fuera siempre me cuesta una noche, o dos acostumbrarme a otras almohadas.  
Cuando era niño, mi amigo Carlos tenía su almohada favorita y su nombre era Robertía; y en casa, tengo una a la que bauticé con el nombre de mi amiga Lucy.  Esto es porque Lucy es shute, y yo la molesto con que la almohada citada es como ella.  Que se aparece aquí y se aparece allá, y que se mete por aquí y se mete por allá.  
Hubo un tiempo…en otra vida, en el que si me ponía una almohada sobre la cabeza, que protegiera mis oídos y mis ojos, yo podía dormir hasta el medio día.  

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6 comments

  1. Antonio Torres Rodríguez

    Saludos, Luís. hay veces que no comparto tu opinión, pero en otras me ganas. Como en ésta, tan simple y sencillo tema, el de la almohada de cada uno. Aquí me atrapas, tanto que pienso en mil cuestiones relacionadas con nuestra almohada, sin duda da para un libro con la que compartir con la cabeza apoyada o … Fuerte abrazo, amigo.

  2. Yo opino igual que Antonio. Sé que no coincidimos generalmente en nuestra visión del mundo. Pero hay otras en las que simplemente tus observaciones nos tocan, nos reflejan tal cual. El tema de las almohadas está genial. Algo tan simple… pero yo no puedo dormir sin mi almohadita pache. Para mí no dormir sin mi almohada es como dormir sin calcetas… no puedo.Apapachos

  3. Ajáaaaa pero bien que le sirvo para que descanse y duerma tranquilo!!!!Saludos Gatón!!

  4. chapintocables

    La almohada personal tiene la virtud que se deforma a la medida de la cabeza propia. Cada almohada se vuelve única e irrepetible.

  5. Guatemalan Genes

    Eso me recuerda lo enojada que estoy de que aca en la ciudad la gente tenga animales de granja en sus patios. Por un lado es una ingratitud contra el animal y por el otro los vecinos de la casa de atras de mis papas me tiene ya neurotica primero con un pavo que finalmente se lo comieron (lo cual tampoco me agrada) y ahora resultaron con un gallo!Probablemente es prohibido y podria irlos a reportar pero uno no quiero empezarme a convertir en la vieja amargada y dos me da miedo hecharme encima a la gente en este glorioso sistema judicial de la ley de la selva en el que vivimos.Y ademas IDEM con lo de las almohadas, yo tambien sigo con mi almohadita la cual ya trate de sustituir por las sofisticadas ergonomicas de foam no se que y no lo logro, lo que si es que a diferencia de Nancy yo no puedo dormir con calcetas!!!

  6. Hola, yo me casé y me vine a vivir a Guate. Mi equipaje, muchos libros, alguna que otra ropa…y mi preciosa almohada! Un abrazo, Andrea.