En 1959, en un ejercicio de humildad admirable,
Friedrich A. Hayek escribió que
todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos que propugnan por la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios…encontramos que, aunque usualmente no nos demos cuenta de ello, todas las institucionesde la libertad son adaptaciones a este fundamental hecho de la ignorancia para enfrentarse con posibilidades y probabilidades, no con certezas.
De estos párrafos me acordé, cuando leí que Aldo Abram, director del Centro de Investigaciones de Instituciones y Mercados de Argentina, al referirse a los economistas,
dijo que
la mayoría de mis colegas piensan que cuando sle recibieron de licenciado en Economía, también se recibieron de licenciados en Dios; y explicó que no existe una receta contra la crisis.
La mayoría de economistas cree en recetas mágicas, añadió Abram; cuya opinión no es compartida por economistas como Alan Cibilis que cree que quienes dicen que no hay recetas, es porque se les acabaron las ideas.
Comparto con Abram la idea de que quienes escriben las recetas son los que crearon la crisis actual, precisamente por lo que dice Hayek. Esos economistas y esos políticos que andan por ahí diseñando planes; regulando todo lo que se mueve y todo lo que no; midiendo, pesando, tasando y calculando; esos ingenieros sociales que creen que la sociedad y el mercado se pueden fabricar a su gusto; desconocen, o hacen como que desconocen que aunque el uso de la razón apunta al control y a la predicción, los procesos del progrso de la razón descansan en la ibertad y en la impredicción de las acciones humanas. Ignoran, también, que si bien es cierto que el progreso es consecuencia de la acción humana, ciertamente no lo es del designio humano.
En medio de la crisis, sólo los dioses, los aprendices de brujo y la húbris de los economistas a los que se refiere Abram se atreven a caso omiso de las advertencias de Hayek. Si a usted le interesa este tema,
he aquí una muy buena conferencia sobre la humildad ante el conocimiento y su relación con la economía.
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This entry was posted on lunes, abril 20th, 2009 at 5:45 pm and is filed under crisis financiera, Economía, Friedrich A. Hayek, liberalismo clásico.
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Como este blog ademas de informarnos, hacernos pensar, etc tambien nos sirve de catarsis quiero desahogarme que hoy me toco a mi que me pusieran una pistola en la cabeza.Estaba en Zona 1 en asuntos de trabajo a las 9.45 de la manana y en el semaforo de la 4ta ave y 10 calle un hombre con aspecto de trabajador se acerco a la ventana del auto y me sacó la pistola, mi reacción fue cubrime la cabeza, bajar el vidrio darle mi teléfono (no iba a hablando, lo llevaba sobre las piernas) eso parecio bastarle me dijo Ah vaya ( en tono de que bueno que sabe que hacer), los carros que estaban cerca se pasaron en rojo. Yo ni quize voltear a ver mas solo senti como que ya eso habia sido suficiente y me fui. ESPANTOSO!!!Le doy gracias a Dios que estoy viva. Ayer el padre en misa decía la solidaridad no es cuestion de organización, es cuestión de amor. Esto parece callejón sin salida estamos tan inútiles ante tanto mal…
¡Que susto, y qué pena! ¡Animo patoja! Mañana pondré algo en Carpe Diem. xxx
Yo tuve la misma experiencia hace algunos años, no es ni por asomo algo agradable…Por un tiempo pasaras asustada y luego te va a dar rabia.Iba en moto?era fumador?Para el, el crimen paga.
Oí que ni iba en moto, ni era fumador; pero llevaba un arma registrada.