Decapitaciones y salvajismo

Si todo el país es un lugar sin ley; ¿por qué nos extraña que la cárceles sean lugares sin ley?  Si en todo el país se cometen asesinatos atroces, ¡todos los días!, ¿por qué nos extrañan las decapitaciones en Pavoncito?  Y si nos extrañan…¿nos indignan? ¿Hasta qué punto?

Esta no es la primera vez que los guatemaltecos vemos este tipo de violencia extrema en los centros penitenciarios.  Por ejemplo, en abril de 2008 el columnista Miguel Angel Alvizúrez denunció la existencia de unos vídeos que mostraban escenas parecidas a las monstruosas que vimos el sábado pasado.
En materia de esta clase de salvajismo, todavía no hemos visto lo peor.  Y si usted no cree que las cosas se pueden poner peor…y que lo que hay que hacer es tener paciencia, como recomienda Alvaro San Nicolás Colom, tome en cuenta que en México, esto de las decapitaciones es cosa común.
Las decapitaciones son formas de ejecución muy particulares.  No sólo cumplen la función de acabar con la vida del decapitado; sino que mandan un mensaje.  Por espantosas, las decapitaciones implican un ejercicio del terrorm que amedrenta de una forma primitiva y profunda. ¿Recuerda, usted, los vídeos de decapitaciones ejecutadas por terroristas musulmanes?  ¿Se imagina, usted, el miedo que causó la cabeza de Tata Lapo, puesta en una pica frente a la Catedral de Guatemala, por los conservadores, en 1870?  Tata Lapo, por cierto, fue el General Serapio Cruz, que se alzó contra el gobierno de Vicente Cerna.  
En Guatemala, la ley ha dejado de ser un corpus de normas generales y abstractas destinadas a proteger la vida, la libertad y la propiedad de las personas.  Lo que conocemos como ley es una mezcla de normativas particulares y específicas que generalmente tienden a velar porque los intereses de unos prevalezcan sobre los derechos de todos.  ¡Por eso es que no hay ley en Guatmala!  y por eso es que las autoridades carecen de autoridad.  Los funcionarios y los burócratas son dispensadores de favores, y por eso es que en vez de gobierno, tenemos administración.  Y lo que hace la administracion es repartir el Presupuesto del estado, y procurar que la mayor cantidad de exigencias de su clientela sean satisfechas…aunque para ello haya que desatender la protección de la vida, la libertad y la propiedad de todos.
En esas condiciones, sin autoridad y sin ley, ya deberíamos estar muy preocupados e indignados. Pero no, ¿verdad?  La mayoría de nosotros se quejará; pero, ¿cuántos harán algo al respecto?  

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