La administración socialdemócrata chapina se empeña en pegarnos una arrastrada por el túnel del tiempo. El ministro de Energía y Minas, Carlos Meany, va para Venezuela en busca de Petrocaribe y de la generosidad revolucionaria de Hugo Chávez…;pero a lo mejor trae algo más: “aunque semanas atrás Colom dijo que al Gobierno no le interesaba ingresar en el negocio de los combustibles, porque no es su función, fuentes del Ejecutivo revelaron que, de llegar a un acuerdo con Petrocaribe, se iniciará la creación de una empresa de capital público y privado que se encargue de comprar y distribuir el producto”.
¿Se acuerda, usted, qué pasaba cuando los pipoldermos* estaban en el negocio de los teléfonos? No había líneas y las que había sólo se conseguían después de mucho tiempo y luego del pago de mordidas onerosas.
¿Se acuerda usted qué pasaba cuando los pipoldermos estaban en el negocio de líneas aéreas? La línea aérea de los mayas no tenía aviones y era un foco de corrupción espantoso. Esto último sucede ahora que los pipoldermos todavía están en el negocio bancario, como se puede comprobar en el Crédito Hipotecario Nacional.
Los pipoldermos estuvieron en negocios lecheros (Prolac) y en negocios de granos (Indeca) y todo eso era para servir sólamente a los políticos y sus cómplices que se aprovechaban de los recursos de los tributarios.
Los pipoldermos están en el negocio del transporte de la energía eléctrica y el Inde está anquilosado hasta el punto de que si hubiera más producción, no habría cómo llevarla a los usuarios. Durante los años 60, 70 y 80, los pipoldermos hicieron piñata con las empresas públicas y mixtas en las que estaban involucrados. ¿Vamos a permitir que los pipoldermos nos arrastren al pasado y hagan fiesta con el negocio del petróleo?
Imagínese usted: una empresa petrolera en manos de los políticos que usted ya sabe…y con Hugo Chávez de socio. Uno ya oye el grito: ¡Atásquense coches, que hay lodo!
*Pícaros políticos que por el momento detentan el poder.
