La administración socialdemócrata chapina presentó un paquete de “diez medidas para sobrellevar la crisis”.
El problema con el paquete es que se apoya en premisas equivocadas; y, en consecuencia, sus resultados serán erróneos. La primera medida, por ejemplo, es impulsar acuerdos voluntarios para detener el alza de precios. Puesto así, parece evidente que los políticos y asesores encargados de la economía, creen que los precios son algo que se establece entre ellos y los productores. Parecen ignorar así, de tajo, toda la teoría de precios y la ley de la oferta y la demanda. Parecen ignorar que la inflación es un fenómeno monetario.
No voy a ocuparme a fondo, ni de todas las medidas porque no vale la pena. Baste mencionar que incluyen el tradicional uso de la fuerza como en el control de lo que ellos llaman especulación y acaparamiento (medida retro que fracasaba en los 70 y 80). Incluyen la apertura de más posibilidades para el clientelismo y los privilegios, como el plan de emergencia para producir granso básicos y alimentos, el impulso a las alianzas público-privadas para promover la infraestructura, y la repartición de subsidios en forma de transferencias monetarias condicionadas.
Léanme los labios: Las medidas que no sean intrasecendentes, van a ser perjudiciales. ¿Por qué? Porque a pesar de que las medidas dicen buscar el funcionamiento sano y transparente del mercado, lo que los pipoldermos persiguen, en realidad, es hacer que el mercado funcione como ellos quieren; lo cual es la causa de la crisis, en primer lugar. Los privilegios, los subsidios, el dirigismo, son las causas de la crisis aquí, y en el resto del mundo.
Hay una medida que me gusta, y aunque una golondrina no haga verano; lo cierto es que la austeridad del gasto público por lo menos hará que el costo de tener gobierno sea menos cargoso para los tributarios y para sus familias.
En lugar de tanta musaraña retórica y populista, yo haría tres cosas adicionales a la última mencionada:
1. Eliminaría las aduanas para que cualquiera pueda traer productos baratos de donde quiera que los encuentra.
2. Liberaría el mercado laboral para que cualquiera pueda trabajar voluntariamente en lo que considere necesario.
3. Eliminaría el impuesto sobre los rendimientos del capital para que haya más y mejores oportunidades de trabajo.
Sin tanta paja…mi paquete no sería un ñaque.
La carestía es mundial, no se para, hay que trabajar más, para ganar más y gastar más, así de fácil, lolamento por los que no lo logran por cualquier causa.LMMC