13
Jul 11

Sepultado Bauer Paiz

Alfonso Bauer Paiz, posiblemente El último revolucionario de verdad, fue sepultado ayer.  No lo conocí; pero una vez, en 2007 , lo ví en una circunstancia desafortunada.  Empero, tenía fama de hombre honrado y de consistente, cualidades que admiro mucho en las personas.  Y mucha gente le tenía cariño.

Los revolucionarios de ahora sean una caterva de oportunistas.   Con razón Bauer calificó de farsa el hecho de que la administración de los Colom/Torres exhibiera ¡Oh Revolución!.  Bauer también criticaba las falsas celebraciones revolucionarias.  Murió en el Seguro Social, y no en un hospital privado, ni en un hosptital del extranjero.

Bauer Paiz Rechazó la Orden del Quetzal, al igual que lo hicieron ciudadanos de la talla de Manuel F. Ayau, quien le tenía respeto.

Yo no le tengo respeto a La revolución, porque prefiero la evolución; pero, a los hombres rectos y consecuentes, chapeau.


27
Dic 10

A Manuel F. Ayau en su cumpleaños

Hoy cumpliría 85 años de vida mi maestro y amigo Manuel F. Ayau. A Muso, no puedo sino recordarlo con mucha admiración, respeto y cariño.

Yo diría que ningún guatemalteco influyó tanto, como él, en la historia de Guatemala del Siglo XX;  además, fue un guatemalteco universal cuyos savoir faire, sabiduría y humildad extrañamos todos los que tuvimos la dicha de disfrutar de su compañía.


12
Sep 10

Muso rocks!!

¡Hoy celebramos la vida y el legado de Manuel F. Ayau!, en recuerdo de este maestro, amigo y campeón de la libertad.


12
Sep 10

Muso rocks!!

¡Hoy celebramos la vida y el legado de Manuel F. Ayau!, en recuerdo de este maestro, amigo y campeón de la libertad.


06
Ago 10

Recuerdos de Manuel Ayau

La primera vez que oí hablar de Manuel Ayau fue antes del terremoto de Managua porque mi papá, que entonces era Secretario Ejecutivo del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, lo había llevado a él y a un grupo de guatemaltecos al Incae, en la capital nicaragüense.

Mi padre regresó fascinado con las ideas de Muso, que proponía un gobierno con poderes limitados; libertad para intercambiar; eliminación de privilegios; y el respeto a la vida, la libertad y al cumplimiento de los contratos; propuestas que eran muy poco exploradas y apreciadas en los años 70. Acto seguido, en casa empezamos a leer Tópicos de Actualidad, el folleto que publicaba el Centro de Estudios Económico-Sociales, centro de pensamiento que dirigía el doctor Ayau.

Luego de que me gradué de bachiller, mi padre hizo lo que pudo para que yo estudiara en la Universidad del Muso; y ahí lo conocí en persona. El era el Rector y a él le correspondió recibirnos a los de la Clase de 1980. El día del acto de bienvenida se subió al podio y dijo: Me han pedido que les de la bienvenida…así que bienvenidos. Y se bajó. Los del público tardamos unos segundos en entender lo que había pasado y estallamos en risas y aplausos. Entonces él hizo una mueca, y se subió de nuevo para ofrecernos una bienvenida que estoy seguro que no duró más de 3 minutos. Y a mí me ganó el corazón. Es imposible no querer, admirar y respetar a la persona que escribía lo que yo leía en Tópicos de Actualidad, y encima tenía el sentido del humor y el savoir faire que tenía Ayau. Ese era el hombre que, cuando fue electo presidente de la Mont Pelerin Society, en vez de ofrecer un discurso, cantó una parodia de Is it true what they say about Dixie?; parodia que, muchos años después, Joe Keckeissen convirtiera en Is it true what they say about Muso?


Como él era un Grande, era generoso y sencillo. Muso era magnánimo con sus conocimientos, con su tiempo y con sus recursos. Más de una vez me cachó en alguna inconsistencia y más de una vez me bajó de la moto; pero cuando me ofrecía una luz en el mundo de las ideas -aunque me viera con cara de cómo se te ocurre semejante cosa- siempre lo hizo con un aire de padre y guía. Una vez que le comenté cómo es que cierto personaje era agradable y humilde, a pesar de ser encumbrado me dijo: Ya te diste cuenta de que los más grandes son los más sencillos.


Muso era un contador de historias fenomenal. Uno podía oír y oír sus anéctodas que, encima de todo, no eran cualquier cosa porque él se movía cómodamente entre Premios Nobel y líderes de talla mundial. Estaba como pez en el agua entre estudiantes. Y gozaba en compañía de gente sencilla que, como él mismo, tenía sed de aprender y de descubrir. En sus últimos años, disfrutó mucho las oportunidades que tuvo para escuchar lo que la gente del interior del país que decir sobre su proyecto ProReforma. Nunca le hizo el feo al ejemplo y a las enseñanzas que podía recibir de otros.


Manuel Ayau fue un guatemalteco universal, un hombre del Renacimiento y un prócer; y en esa dirección, la influencia de su ejemplo y de su compromiso con la Libertad inspiró a miles de personas en América Latina y en todo el mundo. Este educador y emprendedor chapín -tan chapín como las champurradas- sembró el amor por la libertad y el descubrimiento en miles de mentes y corazones que desde la academia, desde los medios de comunicación, en la política y casi todos los campos de la accion humana.


Era un sabio porque andaba en busca del conocimiento y en busca de la verdad. Pocos, como él, entendían el significado profundo de aquella frase de Friedrich A. Hayek que dice que todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos que propugnan la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios.


Cuando un día de estos yo haga la lista de las cinco bendiciones más grandes que he recibido en mi vida, una de ellas será la oportunidad de haber compartido la mesa con Muso, de haberlo servido y de contar con su ejemplo.


Cuando me firmó mi ejemplar de su libro El proceso económico, Muso escbirió: Para Luis, con aprecio de su correligionario en la lucha por la libertad. Y así era él, no se veía a sí mismo como el maestro, el líder, el padre y el ejemplo que era, sino como uno más que iba aprendiendo en el camino, y uno más que iba compartiendo en el camino. Para conocerlo mejor, puede escuchar Una conversación con Manuel Ayau, producida por The Liberty Fund.

Muso forever!

06
Ago 10

Recuerdos de Manuel Ayau

La primera vez que oí hablar de Manuel Ayau fue antes del terremoto de Managua porque mi papá, que entonces era Secretario Ejecutivo del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, lo había llevado a él y a un grupo de guatemaltecos al Incae, en la capital nicaragüense.

Mi padre regresó fascinado con las ideas de Muso, que proponía un gobierno con poderes limitados; libertad para intercambiar; eliminación de privilegios; y el respeto a la vida, la libertad y al cumplimiento de los contratos; propuestas que eran muy poco exploradas y apreciadas en los años 70. Acto seguido, en casa empezamos a leer Tópicos de Actualidad, el folleto que publicaba el Centro de Estudios Económico-Sociales, centro de pensamiento que dirigía el doctor Ayau.

Luego de que me gradué de bachiller, mi padre hizo lo que pudo para que yo estudiara en la Universidad del Muso; y ahí lo conocí en persona. El era el Rector y a él le correspondió recibirnos a los de la Clase de 1980. El día del acto de bienvenida se subió al podio y dijo: Me han pedido que les de la bienvenida…así que bienvenidos. Y se bajó. Los del público tardamos unos segundos en entender lo que había pasado y estallamos en risas y aplausos. Entonces él hizo una mueca, y se subió de nuevo para ofrecernos una bienvenida que estoy seguro que no duró más de 3 minutos. Y a mí me ganó el corazón. Es imposible no querer, admirar y respetar a la persona que escribía lo que yo leía en Tópicos de Actualidad, y encima tenía el sentido del humor y el savoir faire que tenía Ayau. Ese era el hombre que, cuando fue electo presidente de la Mont Pelerin Society, en vez de ofrecer un discurso, cantó una parodia de Is it true what they say about Dixie?; parodia que, muchos años después, Joe Keckeissen convirtiera en Is it true what they say about Muso?


Como él era un Grande, era generoso y sencillo. Muso era magnánimo con sus conocimientos, con su tiempo y con sus recursos. Más de una vez me cachó en alguna inconsistencia y más de una vez me bajó de la moto; pero cuando me ofrecía una luz en el mundo de las ideas -aunque me viera con cara de cómo se te ocurre semejante cosa- siempre lo hizo con un aire de padre y guía. Una vez que le comenté cómo es que cierto personaje era agradable y humilde, a pesar de ser encumbrado me dijo: Ya te diste cuenta de que los más grandes son los más sencillos.


Muso era un contador de historias fenomenal. Uno podía oír y oír sus anéctodas que, encima de todo, no eran cualquier cosa porque él se movía cómodamente entre Premios Nobel y líderes de talla mundial. Estaba como pez en el agua entre estudiantes. Y gozaba en compañía de gente sencilla que, como él mismo, tenía sed de aprender y de descubrir. En sus últimos años, disfrutó mucho las oportunidades que tuvo para escuchar lo que la gente del interior del país que decir sobre su proyecto ProReforma. Nunca le hizo el feo al ejemplo y a las enseñanzas que podía recibir de otros.


Manuel Ayau fue un guatemalteco universal, un hombre del Renacimiento y un prócer; y en esa dirección, la influencia de su ejemplo y de su compromiso con la Libertad inspiró a miles de personas en América Latina y en todo el mundo. Este educador y emprendedor chapín -tan chapín como las champurradas- sembró el amor por la libertad y el descubrimiento en miles de mentes y corazones que desde la academia, desde los medios de comunicación, en la política y casi todos los campos de la accion humana.


Era un sabio porque andaba en busca del conocimiento y en busca de la verdad. Pocos, como él, entendían el significado profundo de aquella frase de Friedrich A. Hayek que dice que todas las teorías políticas dan por sentado que la mayoría de los individuos son muy ignorantes. Aquellos que propugnan la libertad difieren del resto en que se incluyen a sí mismos entre los ignorantes e incluyen también a los más sabios.


Cuando un día de estos yo haga la lista de las cinco bendiciones más grandes que he recibido en mi vida, una de ellas será la oportunidad de haber compartido la mesa con Muso, de haberlo servido y de contar con su ejemplo.


Cuando me firmó mi ejemplar de su libro El proceso económico, Muso escbirió: Para Luis, con aprecio de su correligionario en la lucha por la libertad. Y así era él, no se veía a sí mismo como el maestro, el líder, el padre y el ejemplo que era, sino como uno más que iba aprendiendo en el camino, y uno más que iba compartiendo en el camino. Para conocerlo mejor, puede escuchar Una conversación con Manuel Ayau, producida por The Liberty Fund.

Muso forever!

04
Ago 10

Falleció Manuel F. Ayau

El campeón de la libertad Manuel F. Ayau -mi amigo y maestro- falleció el 4 de agosto de 2010.

Muso fue rector emeritus de la Universidad Francisco Marroquín, miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Económico-Sociales y presidente de la asociación ProReforma.

La contribución de Manuel F. Ayau al conocimiento, respeto y difusión de la libertad fue siempre para él, como emprendedor y sembrador de ideas, una tarea ininterrumpida, a la que se aplicó sin descanso. La Universidad Francisco Marroquín es el más espléndido fruto de su empeño.

Sus restos serán velados, hoy, en la Plaza de la Libertad, de la Universidad Francisco Marroquín. A las 2:00 p.m., el cortejo partirá rumbo al Monasterio Ortodoxo de la Santísima Trinidad Lavra Mambre, final de la carretera al Mayan Golf Club, colonia Lago Azul.

Ayau aplicó su gran espíritu emprendedor y su creatividad a diseñar una institución y a forjar un equipo que rebasan los límites de la sola impronta de un hombre, con una proyección que va mucho más allá de su país y de su tiempo. Cuando en 1971inició tan audaz empresa, lo hizo en un ambiente intelectualmente hostil y políticamente peligroso. Durante más de cuatro décadas, equilibrando liderazgo y humildad, invirtió mucha fuerza tiempo y desvelo en atraer, enseñar e inspirar a un equipo capaz de afrontar la batalla de las ideas.

Seguramente, nadie en Latinoamérica ha causado un impacto tan hondo entre aquellos que actualmente mantienen encendida la antorcha del liberalismo clásico en la región. Él no sólo enriqueció sus vidas intelectuales, sino que, con su ejemplo, los proveyó de un modelo de coraje a seguir.

Manuel F. Ayau es un ejemplo de vida coherente y su compromiso con la filosofía liberal es el hilo conductor en todos sus aspectos. Esto se hizo evidente cuando en 1989 –tenía entonces 64 años– tomó la difícil decisión de dejar la rectoría de la UFM, para cederles espacio a las generaciones que lo seguían, a fin de que pudieran fortalecer sus alas y volar por sí mismas. Esta valiente decisión le garantizó a la UFM su permanencia en el futuro, más allá de cualquier ámbito personal.

En 1959 surgió en Guatemala uno de los primeros centros de pensamiento liberal clásico en América Latina, como consecuencia de las discusiones que Ayau sostenía con un grupo de amigos, preocupados por la pobreza de nuestro país y empeñados en terminar con ella. Su nombre, Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES). En él dedicaron gran parte de su tiempo a estudiar, traducir y publicar las obras de los grandes pensadores del liberalismo clásico, y a difundirlas por América Latina en ágiles folletos de fácil manejo y comprensión, al tiempo que publicaban sus propias columnas. Los folletos aludidos, especialmente, los escritos por Ayau, tuvieron eco en toda la región.

El éxito extraordinario de la Sociedad Fabiana convenció a Ayau y a su grupo de seguidores (calificados por él como improvisadores rebeldes) de que la educación de la élite intelectual, y no tanto de las masas, era el factor más determinante en el destino de un país. Fundada la Universidad Francisco Marroquín, como un fruto maduro del CEES, elaboraron un documento de carácter fundacional (Ideario), en el que se definen todos los aspectos de la estructura institucional, en los que se alienta la filosófica liberal clásica: el documento se articula en enunciados como organización, administración, enseñanza, actividades y relación con la sociedad. Aunque se trata de una organización no lucrativa, la UFM se administra como si fuera una empresa, y en ella se someten todas las decisiones y las actividades, tanto de autoridades como de profesores, a la ley de la oferta y la demanda. Todo ello se concreta en su misión, entendida como la enseñanza y difusión de los principios éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y responsables.

En los países cuya base institucional aún está torcida, enderezar el desorden puede ser como tratar de reparar un huevo roto. Ayau pensaba que es mejor contar con un huevo nuevo. Por eso él y sus colaboradores elaboraron e impulsaron el proyecto de reforma constitucional, ProReforma, mediante el cual trataban de establecer un Estado de derecho, eliminar todos los privilegios y proteger los derechos individuales.

Más de una vez Ayau influyó directamente en reformas que tuvieron gran impacto tangible en la libertad individual de los guatemaltecos. Dicha influencia fue directa unas veces e indirecta en otras. Por ejemplo, a mediados de los 80, el banco central abandonó las tasas de cambio fijas; en 1993, una reforma constitucional le prohibió al banco central otorgar préstamos al Gobierno; en 1998, el Congreso aprobó la Ley de Telecomunicaciones más libre de todo el mundo; en 2001, el banco central autorizó el uso libre de cualquier moneda y el intercambio de oro, en el territorio guatemalteco.

En América Latina, estas oportunidades de cambio son como la aparición de un cometa. Cuando se presentan, es mejor estar preparados para aprovecharlas, porque puede ser que no vuelvan a presentarse. Desafortunadamente, en muchos países pasan sin ser siquiera percibidas. Por medio de la UFM, y también personalmente, Ayau contribuyó a formar un compacto grupo de pensadores y defensores del liberalismo clásico –profesionales de diverso tipo y pertenecientes a más de una generación– con ávidos ojos intelectuales que les permiten reconocer un cometa (o un huevo) cuando se presenta. También están dotados del coraje necesario para no dejar pasar la ocasión, como si nada hubiera sucedido.

Cuando Manuel F. Ayau estaba personalmente al frente del CEES, y luego desde la UFM, no desdeñó nunca el ejemplo de otros. El apoyo de académicos, promotores de ideas y amigos intelectuales, en ámbitos como la Mont Pelerin Society y la Foundation for Economic Education lo convencieron a él y a sus seguidores para que afrontaran el reto de crear una universidad liberal clásica, en un país pobre, del tercer mundo, en el que la batalla por las ideas se había movido del campo de la retórica al campo de la violencia. Hoy la Universidad Francisco Marroquín es un faro, que no deja de arrojar luz sobre un ámbito que continúa estando convulso. En junio de 2008, Los Angeles Times publicó un reportaje sobre la UFM, Ayau y su obra.


21
Jun 10

¡Gané Q25!, en un experimento de Vernon L. Smth

¡Gané Q25! durante el experimento en el que participé -junto a varios colegas- y el Premio Nobel en Economía Vernon L. Smith. Eso fue el sábado y luego del almuerzo acompañé a Smith y a su esposa, Candace, al mercado de La Antigua para comprar textiles.

El experimento consistía en comprar y vender assets con el propósito de obtener dividendos y ganancias. Mi equipo estaba integrado por los cuates Warren y Bert; y admito que mi participación en él fue puramente de observador.

El doctor Smith visitó la Universidad Francisco Marroquín, invitado por el Centro Vernon L. Smith de Economía Experimental, para impartir una conferencia sobre la burbuja inmobiliaria y la economía mundial. Esta conferencia se celebró el viernes en la noche. Smith también ofreció una charla para estudiantes de Ciencias Económicas acerca de la Economía experimental que es su área de especialización y el trabajo por el cual obtuvo el Nobel.
La conferencia sobre la burbuja, por cierto, se la dedicó a Manuel F. Ayau, rector fundador de la UFM y campeón de la libertad. La conferencia que ofreció sobre intercambio, especialización y propiedad, esta disponible aquí.
 
En la foto estamos el doctor Smith y yo frente a Atlas Libertas.

18
Nov 09

¡Hoy cumple años el CEES!

Poco antes del terremoto de Managua, mi padre viajó con Manuel F. Ayau y otros guatemaltecos distinguidos al Instituto Centroamericano de Administración de Empresas, en Nicaragua; y regresó hablando de cosas extraordinarias:
1. De una forma de gobierno que debería estar limitada por la ley.
2. De que las leyes deberían proteger los derechos de las personas.
3. De que los derechos de las personas deberían prevalecer sobre los intereses de los grupos.
Y poco después empezó a llevar a casa unos folletíos blanco con celeste, mismos que dejaba en el escritorio para que yo los leyera. Esos folletíos, los célebres Tópicos de actualidad, siempre venían llenos de ideas estupendas; y si usted quiere leer algunos de ellos, haga clic aquí.

Topicos es la publicación mensual del Centro de Estudios Económico-Sociales que hoy cumple 50 años de Historia en defensa de la libertad. Su lema, por cierto, no deja lugar a dudas: Por la libertad individual de producir, consumir, intercambiar y servir sin coerción ni privilegios. En realidad, ni ninguna organización en Guatemala ha sido tan pelada como el CEES en su lucha contra todos los privilegios, y en favor de la igualdad de todos ante la ley.
A lo largo de sus 10 lustros, el CEES ha alimentado el diálogo de las ideas, en Guatemala; pero su contribución más notable es la creación de la Universidad Francisco Marroquín cuya misión es la enseñanza y difusión de los principios éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y responsables. Y, en realidad, ninguna universidad en todo el mundo ha sido ten pelada como la UFM en su compromiso con aquellos principios.
Cuando yo era estudiante, muchísimas veces acudí a los Tópicos de actualidad para aclararme dudas y encontrar respuestas; en mi vida profesional como editorialista y como columnista, los Tópicos siempre fueron una antorcha de valor incalculable para no perder de vista en medio del mare magnum del corto plazo, de los intereses particulares, de las urgencias políticas y de el pragmatismo. Y en 2002 me vi honrado cuando los directivos del Centro me hicieron miembro de su Consejo de Investigación.
Hoy, que el CEES cumple 50 años de iluminar las ideas, veo al grupo de jóvenes estudiantes que asisten a las sesiones del Centro y se, con certeza, que para los chapines el futuro puede ser brillante. ¡Gracias a Muso, a todos los que han hecho posible el CEES, a quienes lo dirigen ahora y a esos jóvenes que tomarán la antorcha y seguirán iluminando el camino de la libertad!

01
May 09

Conozca a Manuel F. Ayau

Conozca, usted, a Manuel F. Ayau. Muso es es un héroe contemporáneo, un campeón de la libertad y un caballero. Yo lo quiero, lo admiro y lo respeto mucho. Es uno de los principales promotores del proyecto de reforma constitucional ProReforma; y es rector emeritus de la Universidad Francisco Marroquín.  También es uno de los fundadores del Centro de Estudios Económico-Sociales.

Esta entrevista fue transmitida por Libertad Digital, el año pasado, cuando fue a España para recibir el Premio Juan de Mariana.