17
Oct 10

Helados y tradición en el Centro Histórico

La heladería Marylena tiene casi 100 de existir en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala; pero lo que más llama la atención de este lugar es que, además de los sabores de helado tradicionales como vainilla, chocolate y fresa, ofrecen opciones menos conocidas como el helado de aguacate -que a mí me gusta mucho- y el de elote, entre otros.  Pero la cosa no se queda ahí, entre los 160 sabores que ofrece el negocio se cuentan unos que son verdaderamente audaces:  tamal, michelada y pescado, para mencionar sólo unos.

Conozco el lugar desde principios de los años 70 porque una de mis tías abuelas vivía enfrente; y es altamente recomendable.  Marylena está ubicado en la Sexta calle y Segunda avenida de la zona 1.

Ayer, al atardecer, pasamos ahí con un grupo de amigos y participantes en un tour alegrísimo y muy educativo que organizó el Museo Popol Vuh.


10
Oct 10

¡Ya es la temporada de ayotes y de fin de año!

¡Hoy es 10/10/10!; y los ayotes, en los mercados, anuncian que ya está aquí la temporada de fin de año.   Estas calabazas, se consumen en dulce, preparadas con miel de panela, pimienta gorda, y canela.  Es el postre tradicional que, con los jocotes en dulce, acompaña al Fiambre que se consume para el Día de Todos los Santos.

Ayote también se le dice a la cabeza; como en No te da el ayote.


20
Sep 10

¡Por primera vez!, chiles rellenos hechos en casa

Ayer hicieron chiles rellenos en casa, ¡por primera vez!, y salieron de campeonato. Lograron el balance exacto entre carne y vegetales y un toque perfecto de picante. Hermosos, quedaron bien “evueltos” y su sabor delicado combinó alegremente con un malbec/merlot y el atardecer. ¡Chapeaux!

13
Sep 10

¡Mole de pato!

No es por nada; pero el mole de pato que hubo anoche, en casa, estuvo de película. El mismo estuvo acompañado por tamalitos de maíz con ejotes y por arroz y aguacate. ¿Y el postre? Helado de chicozapote.

La parte divertida es que en el menú decía Duck mole; y una de nuestras invitadas -de habla inglesa- pensó que la cena era lunares de pato  . Y durante unos 15 minutos, entre el momento en el que vió el menú y yo lo expliqué, se angustió tratando de resolver: ¿Cómo le explico a Luis que por ¡ningún motivo! voy a comer lunares de pato?

Claro que la culpa fue mía por no haberle puesto comillas a la palabra mole, o por no haber puesto Duck in “mole”.

Je je.


04
Sep 10

Antojo sabatino

De lo que tengo antojo, y hubiera sido muy sabroso para mi desayuno, es de un buen plato de frijoles negros camagües, con ajo y apazote; acompañados con crema, chile de Cobán y tortillas recién salidas del comal. (Suspiro).

29
Jul 10

Sopa de tortuga

La sopa de tortuga es una de mis favoritas; y el domingo comí una  en el restaurante Paa Bank, de la zona 9.  El propietario, por cierto, contó que su madre compró la receta en los años 70 y pagó por ella Q1000 de aquel entonces.

A principios de los años 90 yo tomaba sopa de tortuga con mucha frecuencia porque la del Club Industrial era magnífica y mi oficina estaba en el Edificio de la Cámara de Industria. Luego la pedía en otros restaurantes hasta que mi amigo Carlos, que dirigía uno, me advirtió que en muchos lugares no usaban carne de tortuga, sino de gallina.

Mi padre tenía su proveedora de carne de tortuga en el Mercado de La Placita, a donde íbamos a conseguir insumos, principalmente los días sábado. De verdad no recuerdo una sola vez en la que yo no haya disfrutado de alguna de esas incursiones al mercado en busca de aquello que almorzaríamos en ese día, o al día siguiente. Allá íbamos a comprar los ingredientes para la paella, los anticuchos, los huevos de parlama, los pollos rostizados y otras delicias que preparaba mi padre.

¿Cuáles son mis otras sopas favoritas? La Minestrone y el Caldo de mariscos que hago; la Sopa de la nana, de mi amigo Raúl; la Sopa de cebollas que hacía mi padre; el Caldo de albóndigas, el Caldo de arroz y menudos, y la Sopa de ajos, de mi madre; la Sopa de frijoles del Hotel Cacique Inn en Panajachel; el Cak-ik, del restaurante Senahú en la zona 1; las Cremas de hongos, espárragos y arvejas, y el Clam Chowder que hacemos en casa; y el Caldo de patas, de la Tía Cony.

21
Jun 10

Fiesta de hongos

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Coincide, con la fiesta del santo patrono, la temporada de hongos en San Juan Sacatepequez. Si uno llega temprano y se estaciona fuera de la población, cuando uno llega a la Plaza Central es recompensado con una variedad de hongos frescos. Sin embargo, no son cualesquiera hongos. Los más buscados son los hongos de San Juan o amanita caesarea, que son abundantes y las pancitas, que son muy, pero muy escasas. También se hallan xaras, que son azules; y unos parientes suyos que son anaranjados; así como anacates y otras variedades que desconozco.
En tiempos del imperio romano se consideraba a la amanita caesarea como la reina de las setas (descontando a la trufa); pero las pancitas y los anacates no se quedan atrás.
Con los cuates conseguimos una buena dotación y las preparamos en casa. Los sanjuanes me gusta comerlos sólo cocidos en agua y con sal, y luego sazonados con pimienta. Las pancitas las hicimos con mantequilla, cebolla y perejil; y las xaras y sus parientes anaranjados (que son mejores asados al carbón) los preparamos con mantequilla, cebolla y un toque casi imperceptible de romero.
Para añadir un toque distinto los acompañamos con arroz con camaroncillos secos.

21
May 10

¡Ya hay zompopos de mayo! ¡Yummy, yummy!

Miles de zompopos de mayo cubrieron las calles de Barberena, Santa Rosa, el pasado martes 18. Estos insectos encantadores constituyen una maravilla de la naturaleza y también son deliciosos. Yo los compro en San Juan Sacatepequez, donde también abundan; y allá los venden limpios (sólo los culitos) para asarlos en el comal, con mantequilla y sal, en tortillas de maíz.


Ya en el siglo XVIII, Francisco Ximénez, traductor del Popol Vuh, se refirió a los zompopos de mayo en su obra Historia natural del reino de Guatemala; y escribió que tienen la cabeza grande y unas tenazuelas que parece que son de acero y tienen filo, y punta corva y cruzada como las tixeras; y así cortan con ellas cosas bien duras…entre ellas hay unas muy grandes, y con alas, no son que crien alas, sin que es como la gente principal entre ellas. Aquestas grandes y con alas, no salen del hormiguero, sino es cada año cuando caen los primeros aguaceros, que es por el mes de mayo…y se levantan volando con una singularidad maravillosa, por lo cual los indios, y otras personas que las comen tostadas, y dicen que es comida sabrosa, las cogen con facilidad…y es que como no han visto luz, al verla tan hermosa se van a ella, y así los indios no tienen más que encender unos ocotes, y con esto se les vienen todas a las manos, y cogiéndolas las tuestan, y las comen, y aun las sacan a vender, como lo he visto.

Las fotos son de los zompopos que comimos en casa el año pasado.

17
May 10

Riquísimos huevos de parlamas

El sábado comimos riquísimos huevos de parlama en casa. Ahora tenía, fácilmente, unos 5 años de no comer estas delicias; y es que antes, un sujeto los vendía cerca de mi casa. El sábado me topé con estos, por casualidad, en la Sexta avenida de la zona 1 mientras acompañaba a mi sobrino a comprar sus estampas para el álbum de Mundial.

En fin, de vuelta a los huevos, a mí me gusta mucho su consistencia y su sabor; y generalmente prefiero comer sólo las yemas, sin las claras. Cuando yo era niño, mi padre solía comprarlos en el Mercado de La Placita, en el puesto de una señora que se especializaba en cuestiones no muy ortodoxas como estos huevos, carne de tortuga, ancas de rana y otras cosas parecidas.
Cuando los llevábamos a casa los lavábamos y les quitábamos la arena y preparábamos la salsa para acompañarlos. Los huevos de parlama se consumen crudos y en casa nos gustan con una mezcla de limón, salsa inglesa y ketchup. La gracia es comer la yema y reventarla en la boca con la parte de atrás de la lengua. Luego la yema reventada se derrama en la boca y uno siente su sabor y su textura particulares, que a mí me agradan mucho. Y luego de tragarse la yema uno se queda tomando la salsa citada. Los huevos de parlama se acompañan muy bien con cerveza, o con tequila.
En Guatemala existen unos 23 tortugarios, y cada años son liberadas unas 110 mil tortugas en el mar. Las familias que se dedican a recoger los huevos de parlamas deben entregarles a las autoridades un 20% de lo que recolectan, para conservar la especie.

19
Abr 10

Deliciosa y hermosa mantequilla de costal

La mantequilla de costal o mantequilla lavada es riquísima y el empaque en que viene es hermoso. En Guatemala se le llama mantequilla de costal a la mantequilla artesanal; y se le dice de costal porque el agua se le termina de extraer mientras está colgada en un saco de manta. También para distinguirla de la crema, a la que en ciertas regiones del país se le dice mantequilla, a secas.

La mantequilla de costal es propia del Oriente de Guatemala. La de la foto, llegó a casa, proveniente de San Luis Jilotepeque, Jalapa; y venía envuelta en un coquetísimo empaque de tusa.
Esta entrada fue reproducida en Monteforti.