Ruedas y relatos, la presencia de Emilio Schuman en Quetzaltenango

Parece que un agente de Mr. [Emilio] Schuman, de Guatemala ha llegado a esta ciudad con el objeto de vender por cuenta de aquel, carruajes y caballos, dice el Diario de Occidente, de Quetzaltenango en su edición del 27 de enero de 1897.

Emilio Schuman es mi tatarabuelo y era propietario del Establo de Schuman, una empresa dedicada a la producción y alquiler de carruajes, diligencias y otros vehículos similares e incluía talleres de herrería, carpintería, tapicería y pintura. También crianza de caballos para el transporte y para carreras.

Tiene sentido que una empresa capitalina, del giro de la de don Emilio quisiera hacer negocios en Quetzaltenango que no sólo es la segunda ciudad guatemalteca en importancia; sino donde siempre ha habido prosperidad relacionada con la agricultura, el comercio e incluso la industria. 

Por otro lado me encantó el concepto de Crónica menuda en el Diario de Occidente, con noticias como que hay montones de basura en el mercado, en la casa de un vecino se abrió una tienda, la cornisa de una casa será de zinc y que un joven abrió una carpintería. En la nota de mi tatarabuelo es chistoso el uso de la palabra Parece, porque se publica, pero no hay certeza. De cualquier manera, es evidente que la sección en cuestión es una de rumores.

Es del tiempo en que los periódicos daban información útil y de interés para sus lectores, y alguien podrá decir que es demasiado parroquial; pero ¿qué más puede ser de interés para una clientela que lo que le concierne directa e inmediatamente? 

Emilio era el padre de mi bisabuela, Adela

Gracias a Luis Andrés Schwartz, por la pista.

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