Un grupo de empresarios y comerciantes de Quetzaltenango se queja de que ha crecido la venta de productos de contrabando, procedentes de México y quieren que las autoridades hagan algo al respecto.
Uno de los entrevistados dijo no estar contra quienes quieren ganarse la vida de manera honrada; pero si contra la competencia desleal que no paga impuestos.
Nótese que los empresarios de Xela son como aquel cuento del campesino ruso: aquel que tenía una vaca y odiaba a su vecino porque él tenía dos. Un hechicero le ofreció al primer campesino que le concedería un único deseo. Y ¿qué pidió el campesino? Mata la vaca de mi vecino le ordenó al brujo.
¿Viste? En vez de pedir un toro, o pedir otra vaca, el campesino pidió que el hechicero matara la res del vecino; del mismo modo en que los comerciantes de Quetzaltenango, en vez de pedir que les bajen los impuestos a ellos, lo que piden es que se castigue a sus colegas que traen productos mexicanos. Esto no se trata de competencia; sino de impedir la competencia. Y los perjudicados son los consumidores, que tienen que comprar caro porque, ¿cuál crees que es la razón por la cual la gente prefiere comprar los productos mexicanos?
Foto por Carlos Ventura, de Prensa Libre.