Energía eléctrica y dirigencia popular sospechosa

El impacto económico por el robo de energía o acciones de grupos que cobran en lugar de la distribuidora, llega a Q110 millones de pérdidas eléctricas no reconocidas en la tarifa, es decir, hurto de energía. Además, Q531 millones de energía en facturas que no han sido cobradas, informó el gerente de la empresa Energuate.

Por un lado las acciones de los grupos interesados en volver a la estatización o socialización de la energía eléctrica…y en hacer la revolución por medio de los movimiento sociales arrinconan financieramente a una de las empresas que provee electrícidad en las áreas más pobres del país.  Y por otro, aquellos grupos usan a los más pobres porque los castigan con falta de energía, los usan como carne de cañon en bloqueos y otras manifestaciones violentas, y los humillan al engañarlos y convertirnos en objetos.  ¿Qué clase de dirigencia popular es esa?

La pobreza que aqueja a la mayoría de guatemaltecos es una condición innecesariamente prolongada por “dirigentes sociales” que viven de mantener a la gente en las peores condiciones. Los manipulan haciéndoles creer, por ejemplo, que con venir a manifestar a la capital lograrán superar su pobreza. Es un drama que se vive todas las semanas y garantiza la prosperidad de la “dirigencia” a costa de la pobreza del resto. La última de esas manifestaciones ocurrió la semana pasada. Supuestas “organizaciones campesinas”, explica José Raúl González.

Cuando la energía eléctrica era estatal había apagones de 8 horas de duración; no había energía para poner nuevo negocios (que generan riqueza, empleos y mejores salarios); muchos funcionarios construyeron sus casas en Atitlán, la playa y el Río Dulce con los bisnes que hacían al amparo de las empresas estatales de energía.  ¿Es eso lo que quiere la dirigencia popular?

Por supuesto que los proveedores de energía tienen que solucionar problemas como el de los cobros excesivos que no tiene relación con el consumo.  Pero también es cierto que los usuarios deben revisar la calidad de sus conexiones.  Es sabido que cableados muy antiguos, deteriorados y de mala calidad producen un consumo elevado del cual no están conscientes los usuarios.  Hay que revisar si algún vecino pasado de listo -o algún dirigente popular- está robando energía por medio de las conexiones de personas que no están al tanto de ese abuso criminal.

La gente debería sospechar de la dirigencia popular que sabe que no hay refrigeración para mantener vacunas en Huehuetenango, por ejemplo, y aún así se opone a hidroeléctricas, a torres de transmisión y a una mejor infraestructura eléctrica.  ¿sí, o no?

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2 comments

  1. Geraldine Pearse

    Es increible cómo los pseudo dirigentes no miden las consecuencias de lo que pueden causar con sus acciones. Pero ellos de seguro tienen luz. Claman por “nuestro Guatel” pero de seguro tienen teléfono celular y dos líneas en sus casas.

  2. Lázaro Chacón

    Muchos de ellos debieran recordar que cuando era estatal no tenían servicio eléctrico, como tampoco teléfonos. Pero como el teléfono si no se paga no se habla, no hay quien haga una conección ilegal, no hay líneas de transmisión para sabotear, eso si lo pagan, y por cierto, lo utilizan para comunicarse durante las protestas