Un bumper sticker que a mí me gusta mucho dice: Si no estás indignado, es porque no estas poniendo atención. De eso me acordé cuando leí que el Fondo Nacional para la Paz le compró una cantidad desconocida de molinos de nixtamal a una empresa que está vinculada con otra que en 2008 le vendió juguetes a la Secretaría de Obras Sociales de la Presidencia en forma anómala. Ese grupo aumentó sus ventas a la administración de Los Colom de Q1 millón a Q30 millones en 2 años.
Fonapaz adjudicó la compra; pero los molinos son entregados por el Consejo de Coerción Social, ¡encabezado por Sandra Evita Torres!
Aparte de lo que es evidente: que Evita se luce con el dinero de los contribuyentes; con eso de los molinos ocurre lo mismo que con otras buenas obras que hace la esposa de Alvaro San Nicolás Colom: que afectan a la gente honrada.
Los molinos que regala Evita perjudican directamente a las personas que antes se ganaban la vida honradamente prestando el servicio de molino y como son molinos manuales, tecnológicamente regresan a la gente al Siglo XIX. Cuando Evita puso sus comedores solidarios cerca de la antigua estación de ferrocarril, por ejemplo, perjudicó directamente a las personas que, honradamente, se ganaban la vida vendiendo almuerzos en aquella área. Cuando la gente de Los Colom regalan barriletes solidarios en Sumpango y en Santiago Sacatepequez, perjudican directamente a la gente que se gana la vida honradamente, fabricando y vendiendo barriletes.
Las buenas obras de Los Colom no sólo empobrecen a la gente honrada que trabaja y produce; sino que crían multitudes de personas acostumbradas al clientelismo y a vivir de regalado. Y encima desvían el dinero de los tributarios a negocios dudosos.